Muchas personas llegaron hasta Florida para el festejo del quinto aniversario del Plan Ceibal. La escuela Nº 24 de Villa Cardal dio la bienvenida a los asistentes, entre los que se encontraban el presidente de la República, José Mujica, y el ex presidente Tabaré Vázquez. Además de los maestros de la institución, los primeros escolares en recibir las XO -ahora liceales- fueron anfitriones. Desde el escenario, rememoraron la ansiedad de los días previos a recibir el ordenador, la emoción del momento de la entrega y el después.

María Eugenia, de 13 años, contó que no sólo ella utilizó la computadora desde el inicio; lo hicieron también su madre y otros integrantes de la familia. Por su parte, Germán, también de 13, recordó con nostalgia el cambio que se generó en el pueblo y dentro de la escuela. Reconoció que las maestras “fueron clave” para poner en marcha el proyecto y Hanía Villanueva fue una de ellas. La docente de la localidad compartió con los presentes: “Luego de transitar por el miedo a lo nuevo, la ansiedad al desconocimiento de la herramienta, pasamos a la sorpresa, al descubrimiento, a darnos cuenta de todo lo que se podía hacer y producir con ella. Los docentes nos pusimos el proyecto a los hombros y en el corazón, y nos enamoramos de él”.

En cuanto a la influencia del Ceibal a nivel educativo, la maestra comentó que cada vez que la consultan al respecto responde que “tiene que pasar más tiempo para medir el conocimiento”. Lo que sí afirma con certeza es que el programa “borró completamente la brecha digital”. Por último, destacó la importancia de los docentes en el progreso o estancamiento del plan, y son ellos quienes deben orientar al niño a buscar e investigar; el maestro debe ser “un guía que les marque el camino”.

El maestro y director general del Consejo de Educación Inicial y Primaria, Héctor Florit, también hizo referencia a la ceibalita como una herramienta educativa. Opinó que el alcance no es del todo claro pero sí “permitió un trabajo con más entusiasmo, más esfuerzo, más compromiso”.