Tal vez uno no hubiera imaginado el trámite que tuvo el primer tiempo del partido entre Uruguay y EAU, pero no por conocimiento del rival que tuvo la celeste en la tarde de ayer, sino por la cultura futbolística, un término muy utilizado últimamente, de uno y otro país.

Pero, sin duda, la selección de Medio Oriente sorprendió y se paró muy firme. Otra cuestión a tener en cuenta es la poca preparación que tuvo la celeste para los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Sólo dos partidos internacionales pudo jugar y los jugadores se irán conociendo a medida que transcurra el certamen.

Además, Tabárez sigue probando variantes tácticas que, si se hubiera contado con más tiempo para trabajar, seguramente habrían estado resueltas a esta altura. Lo más importante fue la obtención de un triunfo que permite pulir detalles con otra tranquilidad, y haber revertido un resultado negativo de un partido que estuvo muy cuesta arriba.

Matar a todos

El primer tiempo estuvo muy complicado para nuestros jugadores. Uruguay comenzó con línea de tres en defensa, algo que no dio los resultados que se esperaban. A los tres minutos, un centro desde la derecha encontró al capitán emiratí, Ismaeil Matar, que no logró inquietar en esa jugada pero avisó de lo que se venía.

Una muestra clara de la rapidez que los rivales celestes le impusieron al ataque fue un contragolpe que terminó en tarjeta amarilla para Alexis Rolín, que cortó una posible jugada de gol. Los asiáticos también intentaron jugar bastante por la derecha, sector por el que lograron complicar. Esto hizo que Albín jugara varias veces como lateral.

La selección uruguaya quedó varias veces mal parada atrás, sobre todo cuando uno defensa salía a buscar a un de los dos delanteros rivales. También se sufrieron algunos malos pases en la salida.

El primer acercamiento, sin mucho peligro, fue un centro de Aguirregaray que casi logra interceptar Cavani. La vía que tuvo más clara Uruguay para convertir fue el tiro desde la esquina. A pesar de la diferencia de estatura favorable a los celestes, no se consiguió desequilibrar.

A los 22 minutos llegó la apertura del marcador. Una buena asistencia de Omar Abdul Rahman dejó solo a Matar, que le ganó por la espalda a Arias. Una vez más, la línea de tres sufrió con la velocidad de EAU.

Un tiro libre de frente al arco finalizó con el intento de Cavani, que tiró el remate por encima del horizontal. Minutos más tarde, un cabezazo de Matar, que estaba muy activo e incontenible por momentos, pasó cerca tras un pase desde la izquierda.

Cerquita del final de la primera parte hubo otro tiro libre favorable a los uruguayos a pocos metros del área grande.

Esta vez, el encargado fue Gastón Ramírez, que a los 41 minutos consiguió la igualdad con un exquisito tiro libre de pierna izquierda. El fraybentino le dio con una pegada tan justa que entró bien en el ángulo superior izquierdo del combativo arquero Ali Khaseif.

Heroico

La segunda mitad llegó con un cambio de sistema. La línea defensiva quedó con cuatro en el fondo: Emiliano Albín se sumó a los tres que ya estaban. Sin temor a errarle, el cambio fue positivo, pero además de esa variante de posicionamiento en el campo lo que seguramente fue el revulsivo fue el ingreso de Nicolás Lodeiro, que le cambió la cara a Uruguay y modificó el rumbo del
encuentro.

La primera que tocó el futbolista nacido en Paysandú podría haber terminado en el arco si no hubiera sido por una pierna que trabó el disparo. Instantes después, hubo un tremendo remate de Arévalo Ríos pero el arquero lo sacó al córner. Iban diez minutos del segundo tiempo.

Apenas 60 segundos más tarde, Suárez hizo una de las cosas que mejor sabe: se metió en el área con toda la potencia y enganchó al medio. Ahí apareció Lodeiro y la mandó al fondo de la red. Se dio vuelta el marcador y la historia era otra.

Los orientados por Tabárez comenzaron a manejar de otra forma el balón y luego de esos ajustes tocaban y aumentaban el tiempo de posesión, que fue favorable al rival.

A falta de 13 minutos, Khalil, que le ganó la posición a Rolín, quedó mano a mano con Campaña y la pelota terminó afuera. Cavani terminó jugando como volante por la izquierda, colaborando mucho y haciendo un gran sacrificio.

Al finalizar el encuentro, en la casi clandestina conferencia de prensa oficial, en la que al principio había sólo tres periodistas, Tabárez manifestó sentirse “contento, muy contento, porque el resultado del partido era uno de los objetivos y lo conseguimos”. “Es lo único que no se puede cambiar y ganamos; todo lo demás se puede solucionar y cambiar”, agregó.

Uruguay terminó mejor parado, más firme, y se quedó con las tres unidades. Ahora el rival será Senegal, el domingo.