La exposición que el viernes se inauguró en la Fotogalería a Cielo Abierto de la Ciudad Vieja de Montevideo, ubicada sobre la calle Piedras, está inspirada en un trabajo similar que se hizo en Holanda y España. Imágenes tomadas por fotógrafos profesionales permiten ver a personas de distintas edades con síndrome de down desempeñándose en su vida cotidiana. Así es posible ver a Maité, de 9 años, yendo a la escuela; a Gerardo, de 21, jugando con su perro; a Nacho (10) viajando en ómnibus; a Joaquín, de 6 meses, en los brazos de sus padres; a Sofía, de 9, sentada sobre su pelota; a Alejandro (30) esperando el 370 en la parada y a Iñaqui (14) en el parque junto a su familia.

Mercedes Viola, de la Asociación Down del Uruguay, detalló a la diaria: “Decidimos mostrar todo el rango de edades de personas con síndrome de down en todas las situaciones, en familia, en el barrio, la escuela, el trabajo, para mostrar que es posible y positivo enriquecerse y nos hace mejores personas”.

Justamente, el cometido de la muestra es concientizar y sensibilizar en el tema, para lograr la inclusión social de las personas con síndrome de down. Para Viola, existen más temores que barreras, y los temores se dan por el desconocimiento de esta realidad. Sostuvo que un resultado positivo de la exposición, que permanecerá hasta el 12 de setiembre, es que la gente se anime a preguntar; “la invitación es a que no tengan miedo a preguntar, porque no hay misterio”.

Después de la noticia

Viola, mamá de Magdalena, de 12 años, a quien se ve en clase de danza en una de las fotografías, dijo que tampoco existe misterio en ser padre o madre de una persona con el síndrome. “Todos pasamos por diferentes procesos. Al principio es una situación nueva, diferente, en la que te tenés que reubicar, y una vez que te reubicaste es ser madre”, explicó. La única diferencia que planteó es que las cosas que hizo intuitivamente con el resto de sus hijos, con Magdalena las tuvo que “estudiar un poco más”.

Patricia Irigaray, madre de Agustina, de tres años y medio, al ser consultada por la diaria también se refirió a los miedos iniciales. Señaló que el contexto social y la falta de información hacen que la “noticia sea espantosa”, sin embargo, “Agus tiene tres años y medio y todavía estamos esperando eso espantoso que nos dijeron que nos iba a pasar”. Hasta ahora, ella y su esposo lo único que han notado es “un desarrollo más lento de Agus, pero nosotros como familia somos súper felices”.

Para ella lo ideal es que la muestra sea el puntapié para que las personas conozcan más: “Que la gente sepa que no es una enfermedad, que no es contagioso ni digno de lástima, que no es una alteración, que ese cromosoma de más no lo hace diferente”.

En opinión de Sabrina, mamá de Sofía Milagros, de un año y cinco meses, la muestra servirá para demostrar “la hermosura que ellos tienen”, hermosura que pasa por su “sencillez y calidez”. Enfatizó que es fundamental sensibilizar para terminar con la discriminación.