Épsilon, la quinta letra del alfabeto griego, se utiliza en matemáticas para referirse a los infinitésimos, es decir, a esa abstracción construida por el hombre para poder conceptualizar cantidades muy pequeñas pero lo suficientemente importantes para hacer la diferencia a la hora de pensar soluciones a problemas. Con una diferencia así fue que Defensor Sporting se llevó una goleada del Parque Viera a Punta Carretas. La diferencia no fue tan grande como marca el resultado final, pero fue lo suficientemente importante como para manejar un partido de principio a fin. Al comienzo de manera literal, porque a los dos minutos de juego el Cachila Arias había conectado un cabezazo a la salida de un córner para poner el 1-0. La concentración desde el inicio fue el primer épsilon que hacía pesar el equipo violeta. En el transcurso del primer tiempo el bohemio logró acomodarse en el partido de la mano del Maxi Rodríguez, que parece ser el hombre más desequilibrante, pero ni el ecuatoriano Mercado ni el juvenil Cangrejo Cabrera podían concretar lo que insinuaban.

El segundo tiempo arrancó con el bohemio decidido a empatar. Maxi cobró una falta que podía ir directo al arco con un pase asesino al costado de la barrera, pero nadie lo entendió. En seguida Mercado pivoteó y habilitó al Cangrejo, que desbordó, y Albarracín no pudo concretar.

Pero la viola no perdona. Maxi Olivera perdió una pelota que tenía dominada en la salida de la defensa bohemia cuando Aníbal Hernández lo apuró, y éste definió notable ante la salida de Diego Pérez. El 2-0 fue una puñalada letal. Jugar con el error rival puede ser ese segundo diferencial con que los violetas cuentan.

Wanderers siguió intentando pero con tibios ataques. Sobre el final, el argentino Damián Luna habilitó al Toro Rodríguez para que concretara el tercero con una gran definición. Sólo quedaba que el Nacho Risso cerrara un gran partido aprovechando otro error de la defensa bohemia, con una vaselina ante la salida en falso del arquero.

Defensor Sporting ganó con autoridad y merecimiento en el Viera, pero no le sobró nada para llevarse los 3 puntos. Un equipo muy joven, en formación y con gran potencial, que aprovechó la superioridad ante su rival en los momentos justos. Una superioridad que no se expresa de manera exagerada sino con pequeñas magnitudes casi imperceptibles. Pero como dijo un gran profesor: “Un épsilon te alcanza para 
ser Pelé”.