En los próximos días se jugarán los duelos que conformarán el cuadro definitivo de selecciones que participarán en el Mundial que se jugará en Brasil en 2014. La primera serie de play off que se pondrá en marcha el miércoles será la que enfrentará a la celeste con Jordania, pero ese mismo día habrá acción en el estadio Azteca de la capital mexicana, donde se jugará el primer partido de la repesca que sostendrán el tri y la selección de Nueva Zelanda.

Los mexicanos, que finalizaron cuartos en el hexagonal final de la Concacaf gracias al agónico triunfo en la hora y de atrás de Estados Unidos frente a Panamá 3-2, que eliminó a los canaleros, están en medio de una importante crisis deportiva que ha llevado a numerosos cambios de entrenador en los últimos tiempos. Contra Nueva Zelanda se estrenará en la dirección técnica Miguel Herrera, quien reemplazó a Víctor Manuel Vucetich, que había orientado a la selección mexicana en los dos últimos partidos del hexagonal. Antes había pasado por el cargo Luis Fernando Tena, quien dirigió un solo partido, y su predecesor había sido José Manuel de la Torre, que también dejó el puesto por los malos resultados obtenidos.

Con Herrera se abre un nuevo ciclo. De entrada, el nuevo orientador, conocido popularmente como Piojo, tomó una decisión polémica al citar para el primer duelo contra los neozelandeses solamente a jugadores que actúan en el fútbol local, dejando afuera, entre otros, al delantero Javier Chicharito Hernández, del Manchester United inglés. El entrenador citó un plantel que tiene como base al América, el club al que estaba dirigiendo antes de asumir como director técnico de la selección: convocó a diez jugadores del elenco amarillo del Distrito Federal. De todas maneras, Herrera aclaró que para la revancha contra los kiwis, que se jugará el miércoles 20 en Wellington, eventualmente puede convocar a futbolistas que juegan en el fútbol europeo. El partido del miércoles en el Azteca será a las 14.30 del DF (a las 18.30 de Uruguay).

En este duelo intercontinental el favoritismo, pese a su turbulenta actualidad, lo tiene México, que va en busca de su sexta participación mundialista consecutiva. Aunque son conscientes de que no la tendrán fácil, los neozelandeses confían en lo suyo. Los All Whites, que participaron por primera vez en un Mundial en España 1982, repitieron la experiencia en el Sudafricano 2010, certamen en el que finalizaron invictos después de empatar sus tres partidos de la serie inicial contra Italia, Paraguay y Eslovaquia, aunque esos tres puntos no les alcanzaron para pasar a octavos de final. Ahora, nuevamente dirigidos por Ricki Herbert, los neozelandeses, que se impusieron con holgura en el más que accesible grupo eliminatorio de Oceanía, tienen por delante el desafío de enfrentar a los mexicanos. Con una escuadra bastante limitada en lo técnico pero que se basa en su fuerza y en su buen juego aéreo, Nueva Zelanda confía en irse con un buen resultado del Azteca, para definir la serie, siete días más tarde, en el Westpac de Wellington, la tradicional casa de los All Whites, que cuando se completa, con algo más de 35.000 espectadores, suele convertirse en un lugar incómodo para los visitantes.

Dos elegidos frente a frente

Los últimos cuatro cupos europeos para el próximo Mundial se comenzarán a definir el viernes, con los cuatro partidos de ida de los play off, instancia a la que accedieron los ocho mejores segundos de la fase de grupos que determinó las primeras nueve plazas del viejo continente. Sin duda, el duelo estelar de este repechaje europeo será el que sostendrán Portugal y Suecia. El partido entre los equipos timoneados dentro de la cancha por dos de los mejores jugadores del mundo en la actualidad, el madridista Cristiano Ronaldo y el astro sueco Zlatan Ibrahimovic, figura del Paris Saint Germain francés, genera una expectativa tremenda, ya que uno de estos fenómenos quedará marginado del Mundial. El viernes el primer choque de la llave se celebrará en Lisboa, más concretamente en el majestuoso Estadio da Luz, el escenario de Benfica, y el martes 19 la historia se decidirá en el Friends Arena, precioso estadio inaugurado el año pasado en la localidad de Solna, en los suburbios de Estocolmo, la capital sueca.

De las ocho selecciones europeas que disputarán esta instancia, la única que aspira a clasificar por primera vez a un Mundial es Islandia, que se medirá con la más curtida Croacia, que en su corta historia como nación independiente suma tres participaciones en el máximo evento futbolero (Francia 1998, Corea-Japón 2002 y Alemania 2006).

El viernes los nórdicos jugarán ante los balcánicos en la fría Reikjavik y el martes los croatas intentarán sellar su pasaje en Zagreb. Con sus 330.000 habitantes, Islandia sería el país de menor población en participar en la fase final de un Mundial, aunque parece no contar con muchas posibilidades de seguir adelante. Está claro que sólo con esta instancia de llegar al repechaje ya ha logrado su mayor hito histórico en el fútbol, y ni hablemos si llegara a Brasil. Así como Croacia es favorita en su serie, también lo es Francia en la que tendrá que decidir con Ucrania. Los galos, que quedaron segundos en el grupo que ganó España, tendrán la oportunidad de ganar su boleto a Brasil en el enfrentamiento con los duros ucranianos, que en el primer juego serán locales en Kiev, cuando el otoño ya empieza a apretar. Los ucranianos, que sólo disputaron un Mundial en Alemania 2006, tendrán la difícil misión de dejar fuera de carrera a los franceses, que faltaron por última vez en Estados Unidos 1994 y estuvieron en la definición de dos de los últimos cuatro mundiales.

Más parejo se avizora el duelo clasificatorio entre Grecia y Rumania, que tendrá su capítulo inicial el viernes en el estadio Georgios Karaiskakis de El Pireo, localidad portuaria vecina a Atenas, la capital helénica. El equipo griego que desde 2010 orienta técnicamente el portugués Fernando Santos, se caracteriza por la rusticidad de su juego, aunque ello le ha dado buenos resultados, ya que fue así, jugando feo, lastimando los ojos, que lograron ganar la Eurocopa en 2004, además de clasificar al Mundial de Sudáfrica, segunda participación de los albiazules, que habían participado por primera vez en un Mundial en Estados Unidos 1994.

Mucho más añeja es la historia mundialista de los rumanos, que tienen el honor de haber sido, junto a Francia, Bélgica y Yugoslavia, los únicos representantes europeos en el Mundial de 1930 celebrado en Montevideo. Pero desde aquella experiencia inicial muchos años han pasado, y hoy Rumania pretende volver a jugar un Mundial, cosa que no hace desde Francia 1998. El elenco rumano, que dirige técnicamente Victor Piturca y que tiene como máxima figura a Ciprian Marica, delantero del Getafe español, irá por un buen resultado en Grecia para luego definir la serie el martes 19 en Bucarest.

Los cinco de África

El sábado el extensísimo proceso clasificatorio del continente africano, en el que tomaron parte 52 selecciones, tendrá sus primeros dos clasificados, luego de la disputa de dos de los cinco partidos de vuelta correspondientes a los play off finales.

Nigeria tiene todo encaminado para llegar nuevamente a un Mundial, evento en el que participó en 1994, 1998, 2002 y 2010. Las águilas verdes en el partido de ida jugado en octubre superaron en condición de visitantes 2-1 a Etiopía, por lo que el sábado, jugando como locales en la ciudad de Calabar, tendrán delante de sí una preciosa ocasión de confirmar su asistencia a Brasil.

El otro clasificado africano del sábado se decidirá en la ciudad marroquí de Casablanca, aunque no jugará allí la selección local, sino que lo harán Senegal y Costa de Marfil. Este duelo se celebrará en cancha neutral por una sanción que pesa contra los senegaleses, debido a incidentes protagonizados por sus hinchas durante un partido correspondiente a la Clasificatoria de la Copa Africana jugado en 2012 en Dakar.

La dura pena impuesta por las autoridades a Senegal lo compromete aun más de cara a la revancha con los marfileños, que en octubre, cuando fueron locales en Abidján, ganaron 3-1, resultado que los perfila de muy buena manera para obtener su tercera clasificación consecutiva al Mundial. El domingo 17 en Yaoundé, la capital de Camerún, los leones indomables serán locales ante Túnez, en una serie que está equilibrada luego del empate sin goles que registró en el primer partido jugado en suelo tunecino. Los cameruneses, que tienen como principal figura al delantero Samuel Eto’o, son una de las selecciones más importantes del continente africano y no en vano van en busca de su séptima participación mundialista. Si bien su recuerdo más dulce data de Italia 1990, se habían estrenado en el principal torneo en España 1982, en el que se fueron invictos, tras tres empates con Polonia, Perú e Italia, a la postre campeón y que lo dejó sin poder seguir adelante por más goles convertidos. Más recientemente participaron en los Mundiales jugados en 1994, 1998, 2002 y 2010. Los tunecinos también cuentan con cierta tradición en el concierto africano, pero si bien clasificaron en cuatro ocasiones al Mundial (1978, 1998, 2002 y 2006), nunca pudieron pasar la primera fase.

Los últimos dos cupos africanos para el Mundial de Brasil se decidirán el martes 19, aunque en una de las llaves no parece haber misterio. Después de ganar 6-1 cuando fue local, Ghana irá con toda la fe a El Cairo, donde Egipto tiene ante sí una tarea ciclópea y en caso de revertir la serie habrá conseguido una de las máximas hazañas de la historia de las clasificatorias mundialistas.

Más pareja viene la historia que se dilucidará en Blida, Argelia, lugar en el que la selección local intentará revertir el 3-2 de ventaja con el que llegará Burkina Faso, selección que está pugnando por su primera clasificación a un Mundial.