El sábado se fue sin empates. A la victoria de Danubio, se le sumaron la del líder El Tanque ante Cerro Largo y la de Wanderers ante el comprometidísimo Fénix. Los verdinegros quebraron a su rival a 15 minutos del final, para imponerse 1-0 en Florida. En el Viera, los bohemios dieron vuelta el partido en dos minutos: al ganar 2-1, crecieron en el Clausura y confirmaron que van por la clasificación a alguna copa. Parece que El Tanque ya tiene algunos vicios de cuadro grande, como por ejemplo ganar un partido que bien pudo empatar o incluso perder. Si se presta atención, se notará que la gente de El Tanque, mientras mira a sus jugadores en la cancha, habla de la tabla anual, de torneos internacionales, del lugar que Nicola Pérez debería tener en la selección, y de los “derechos culturales” de la localía: “porque que vayamos allá [a Melo] y nos digan cualquier cosa, te la llevo; pero que no vengan a hacer cualquiera acá, al estadio de uno”, exclamaba uno de ellos en el Campeones Olímpicos floridense, donde desde la segunda mitad de 2012 el fusionado es local. Viene creciendo El Tanque. Por eso habrá sido que en la tribuna principal del estadio nadie se tentó cuando un hincha fusionado, después de una serie de fallos a favor de los arachanes, le gritó a Óscar Rojas: “Siempre lo mismo vos; siempre favoreciendo al cuadro chico”. Ocurrió el sábado; puntero en la tabla y moralmente en una situación de privilegio, El Tanque ganó como lo hacen a veces los cuadros grandes, después de pasar zozobras, de tener lagunas, de verse acorralado, de sentirse obligado a proponer pero sin poder hilvanar con claridad. Desde el arranque se notó que, cuando quería salir desde el fondo, a El Tanque se le complicaba más de la cuenta la presión que ejercían los arachanes. Además, Danielo Núñez le modificaba el esquema; en algún momento Cantero fue un delantero por izquierda junto con Fernández y Núñez, y en otros fue un cuarto volante por izquierda. Los laterales de Cerro Largo, además, llegaban en bloque y pese a acumular gente en zona fusionada solían hallar espacios vacíos para generar peligro. Cuando fue necesario contragolpear, Cerro Largo también lo hizo. En una de ésas estuvo incluso el “gol errado”, esa imposibilidad tan gráfica, después de una recuperación de Rodrigo de Oliveira en el medio, abriendo para Fernández y dejando éste mano a mano a Núñez con Nicola Pérez. Ganó Núñez: pasó al arquero, pero quiso hacer un firulete de más que le costó carísimo. Nicola, pese a que había quedado en el suelo, hizo carne la máxima de Almafuerte, de no darse “por vencido ni aún vencido”, y en la reacción le trabó desde atrás el disparo al delantero arachán. La lejanía fusionada con los grandes, aparte de la convocatoria, parece estar en el peso ofensivo, y en las vicisitudes que pasan cuando el adversario le cruza los balones. Pero así y todo, ayer resistió. Cambió el escenario cuando Jonathan Iglesias se volvió, desde el medio, una nueva pieza ofensiva, desbordando, llegando y centrando. De ese modo apareció el gol, en una definición del recién ingresado Cristian Palacios. Era el mejor momento de El Tanque, el más claro, y el de mayor solidez atacante. Cerro Largo reaccionó, bombardeó, quiso ser “una pesadilla”; fue “una armada, una hueste, una brigada”, pero el hombre de la valla, dijera don Mario, “era una fortaleza”.

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Estadio: Campeones Olímpicos, Florida. Público: 400 personas. Árbitros: Óscar Rojas, Carlos Pastorino y Gustavo Maggiolo. El Tanque 1: Nicola Pérez; Guillermo Díaz, Bruno Piano, Caué Fernández y Yefferson Moreira; Gastón Martínez, Andrés Aparicio, Jonathan Iglesias y Juan Ignacio Marcarié (89’ Matías Guzmán); Santiago Lamanna (68’ Cristian Palacios) y Gastón Puerari (55’ Jonathan Soto). DT: Osvaldo Canobbio. Cerro Largo 0: Álvaro García; Nicolás Rodríguez, Darío Flores, Daniel Leites, y Mauricio Ruiz; Felipe Klein, Rodrigo de Oliveira, Rodrigo Álvez (78’ Maximiliano Montero), Maximiliano Cantera (74’ Marcos Neves); Fabricio Núñez y Gabriel Fernández (88’ Rodrigo Alaniz). DT: Danielo Núñez. Gol: 75’ Cristian Palacios (ET).

Wan, two

Wanderers alcanzó su segunda victoria corrida. Sabe a punto de quiebre tras la irregularidad que postergó el salto. El partido tuvo algo de eso: Fénix se puso en ventaja cuando era parejo, pero 11 minutos después los locatarios pasaban merecidamente al frente. Tuvieron carácter y fútbol. Los de Favaro, en cambio, se quedaron sin respuesta: su último ataque a fondo fue el del gol de Puglia a los 60. Fue la confirmación de que, en el segundo tiempo, los equipos se propusieron terminar con la tibieza de una parte inicial llena de buenas pero livianas intenciones. El juego profundo y mentalmente rápido de Maxi Rodríguez inclinó la balanza. Una genialidad de Guzmán Pereira señaló el empate. Al ratito, Fede Rodríguez tiró la mufa y marcó el gol de la victoria. El técnico lo eligió para que fuera ese centrodelantero que su equipo busca hace años. Fénix sufrió el apagón final del peligroso Puglia y el ingreso de un Franco falto de fútbol. Cerró el partido con cinco futbolistas ofensivos, pero Novick no encontró eco. Gastón Rodríguez pagó el precio de la contra táctica y salió a 18 minutos de entrar, porque Arias contestó con cinco atrás. Botija: salir en Fox Sports no es gratis.

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Wanderers 2: Martín Rodríguez; Sandoval (ojo la espalda), M Méndez, Menosse y Olivera; S Martínez y G Pereira (¡colgalooo!); De Souza (63’ G Rodríguez) de media punta zurdo, (81’ M Díaz) (línea de cinco); Cabrera (no) y Maxi Rodríguez (claro que sí); y Guilherme (57’ F Rodríguez) (pudo). DT: Alfredo Arias. Fénix 1: Obelar (bien, igual); Mansulino (sube), Perg, J Álvez y Techera; Papa y R García (duele) (79’ Franco) (ya no: 4-3-1-2); Vigneri (bajo) (67’ Ortiz), H Novick (es bueno) y Puglia (encara) (79’ Rojo); y Waterman (luchó). DT: Eduardo Favaro.