El handball o balonmano -al revisar el Diccionario del español del Uruguay no está registrada la palabra “hándbol”, por lo que esta página provisoriamente le da de baja- tiene plena actividad internacional esta semana en competiciones que además dan premio extra como las clasificaciones a eventos posteriores. El problema de la nomenclatura pudo haber sido evitado si se hubiese seguido la línea que da la génesis de este deporte al profesor uruguayo Antonio Valeta, quien en 1918 inventó un deporte por entonces llamado “balón”. Más de un año después apareció el alemán Karl Schelenz, que lanzó el “feldhandball” de donde dicen que surgió el handball.

Primero ellas

La selección mayor de mujeres será la primera en debutar. Las orientadas por Miguel Berger disputarán hoy desde las 16.00 el primer encuentro en el Sudamericano ante Paraguay. Mañana chocarán con Venezuela y en los días posteriores jugarán con Argentina, Brasil y Chile. Este certamen es clasificatorio al Panamericano de República Dominicana, que se desarrollará en la primera quincena de junio.

Acerca de los trabajos previos al certamen, Rossina Soca, una de las goleras, detalló en diálogo con la diaria: “Empezamos con un bloque de tres semanas en diciembre, un poco para adaptarnos al nuevo cuerpo técnico y al nuevo juego. Después, desde el 14 de enero estuvimos entrenando en doble horario todos los días. Estuvo intensa la preparación”. Además del trabajo en la cancha, hicieron trabajos físicos en el gimnasio, musculación y corridas en la rambla. No tuvieron muchos juegos de carácter amistoso, ya que sólo lo hicieron contra una selección juvenil, además de lo que pudieron hacer entre ellas.

Aún no están muy al tanto de con qué se van a enfrentar en el torneo: “Sabemos que Brasil va con todas sus jugadoras. Depende del torneo a quién lleva, pero parece que esta vez viaja también con las que están en Europa. Argentina está en recambio de cuerpo técnico. Con Paraguay hace tiempo que no jugamos y Venezuela tampoco ha jugado mucho en los últimos Sudamericanos, pero ahora tiene buenas generaciones, y suponemos que en Chile están las mismas”.

Soca también se tomó un tiempo para comentar el presente de la celeste femenina: “Veo que estamos en un comienzo de un proceso con cambio de cuerpo técnico. Algunas jugadoras venimos de la etapa anterior. Aportamos la experiencia, pero sigue siendo algo nuevo. El comienzo de este trayecto apunta a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Es largo el camino y recién empieza. Veremos cómo nos va”.

El entrenador Miguel Berger y su colaborador Ricardo Colamonici fueron cabeza de los últimos torneos femeninos que tuvo Uruguay en las categorías juvenil y junior. En esta última categoría las celestes participaron en el Mundial en julio del año pasado y consiguieron dos históricos triunfos ante China y Argentina. De ese plantel que disputó el certamen en República Checa ahora están en la selección mayor Camila Bellbe, Agustina Colamonici, Federica Cura, Viviana Ferrari, Mercedes Saiz y Alejandra Scarrone.

Los más chicos

La celeste junior masculina también hará hoy su presentación en el grupo, en este caso en el Panamericano, cuando desde las 20.00 enfrente a Argentina; también integran ese grupo Chile y México. Guatemala era otro de los participantes pero se bajó del campeonato. En la otra llave están Canadá, Brasil, Venezuela, Paraguay y Puerto Rico. Los dos mejores de cada serie pasan a las semifinales. El torneo da el pasaje a las tres primeras selecciones para el Mundial de Bosnia Herzegovina, que tiene como fecha de inicio el 14 de julio.

Los chiquilines que son parte de esta selección tienen que tener más de 16 y menos de 21 años. La particularidad es que en Uruguay no existe competencia en esta categoría específicamente ya que los más chicos juegan hasta juveniles, o sea, hasta los 18 años, y luego se salta a la categoría principal. Por esto es que la mayoría de los integrantes del plantel ya juegan en Primera.

Analizando a los rivales, el entrenador Eduardo Queirolo dijo: “Hay dos niveles. Argentina está un escalón y pico arriba nuestro; es un equipo inaccesible para nosotros. México jugó el Panamericano de mayores que se jugó en Ezeiza el año pasado, con un combinado prácticamente junior; pensamos que el de ahora va a ser el mismo equipo y es muy duro. Chile hace unos años que también ha trepado un escalón arriba de nosotros. Pero vamos con toda la ilusión”.

Sobre la preparación de los celestes para el certamen explicó: “Entre las limitaciones generales que siempre hay en las preparaciones de las selecciones de handball, en ésta tuvimos dos meses de disponibilidad de cancha y de horario, de modo que entrenamos bien”. En relación a esto agregó: “Uno siempre aspira a entrenar más tiempo, pero siempre hay dificultades. Estos chiquilines, al ser junior, en enero y febrero acompañan a sus familias en las vacaciones, de modo que no es fácil juntarlos a todos. Pero se entrenó un tiempo razonable y en general tuvimos una asistencia buena”.

El director técnico comentó sobre los duelos amistosos que tuvieron: “Fuimos a jugar dos partidos con la selección argentina, lo hicimos contra la junior y contra la juvenil. Además, hemos jugado dos contra Scuola Italiana y uno contra Alemán, dos de los equipos fuertes de acá. La principal competencia que tuvimos fue contra los argentinos”. El fin de semana pasado, previo al inicio de los juegos oficiales, chocaron con un equipo de la Liga de Honor de Argentina para ajustar los últimos detalles. “El ritmo que se adquiere en los partidos oficiales no lo agarrás entrenando y jugando con equipos locales, sólo lo hacés contra los equipos de afuera. Y cuando querés acordar y terminás de ajustar un poco, se te pasó el campeonato”, dijo.

Quieren café

En el handball playa Uruguay integra un único grupo de seis países que forman parte del Panamericano. El primer cotejo será mañana a las 15.45 ante Brasil. Además están Paraguay, Brasil, Venezuela, México y Argentina. En esta modalidad se juega para clasificar a los Juegos Mundiales de Cali (Colombia), que serán desde el 25 de julio al 4 de agosto.

Gastón Balleto es el director técnico de esta selección. Es entrenador de handball en sala desde 1994. “Esto de la playa es un juego más que un deporte, que cada vez se está haciendo más popular y más jugado. Estoy desde que se empezó con el beach handball”, dijo a la diaria.

En ambas modalidades dirige a La Mennais. A la hora de comparar playa con sala, también llamada indoor, expresó: “No tiene nada que ver. Es totalmente distinto. Para lo único que te puede servir el handball sala es para saber cómo armar el brazo y cómo tirar. Además, es un deporte de muchísimo contacto. En playa es de cero contacto y sirve más para la gente. Empareja mucho. Son dos partidos de 10 minutos en uno. No tenés que conseguir seis tipos que midan dos metros para jugar una hora de handball. Es otra cosa”.

La selección se volvió a juntar en el verano a entrenar en la cancha de El Country de El Pinar, que los propios jugadores reacondicionaron, después de haber participado a mediados del año pasado en el Mundial de Omán. Sobre la participación en dicho certamen, Balleto comentó: “La experiencia estuvo increíble. Jugamos a un nivel en que las cosas se hacen profesionalmente. Más allá del viaje y la cultura, nos hizo ver que estamos muy cerca porque si bien en la tabla de posiciones no marcamos eso, perdimos cinco partidos en lo que serían los penales, en el shot gol”.

También analizó el desarrollo del deporte en Uruguay: “En sala, sobre todo en mujeres, está muy bien. Hay una competencia interna muy pareja en la que cinco o seis equipos se pueden ganar entre sí. Hay tres, cuatro clubes que están trabajando muy bien en inferiores y eso hace que crezca. Llegar al Mundial se nos está haciendo extrañamente fácil, sin quitar que el trabajo que se hace está muy bien. Lo que pasa es que en sala llegás y sabés que no tenés chance. Ésa es la diferencia con el handball playa. Si bien hay gente más grande y profesional, siempre un poco la chance la tenés. Pero en cancha no, desgraciadamente. Porque se podrá trabajar muy bien, pero nunca vamos a tener jugadores de dos metros en hombres y de 1,90 en mujeres. Por eso hay federaciones en Sudamérica que tienen como prioridad el beach handball”.