Muchos opinan que jugando bien hay mayor probabilidad de obtener puntos y victorias que haciéndolo mal. Otros, que en esta etapa del Campeonato Uruguayo hay que ganar como sea para no bajarse de la pelea. Peñarol tiene muchos altibajos en su rendimiento, es verdad, pero ganó los dos últimos partidos, ante Nacional hace una semana y el sábado ante Progreso 1-0, y ahora es líder de la tabla acumulada y no afloja en el Clausura.

Ante los gauchos del Pantanoso los aurinegros sufrieron y mucho, y gran mérito de eso lo tuvo el equipo de Carlos Barcos, que por momentos mostró un interesante desempeño sobre el césped del Centenario. Gustavo Alles y Rodrigo Guarteche complicaron a la defensa rival y generaron situaciones sobre el arco defendido por el argentino Enrique Bologna, que atajó las pelotas más importantes desde que está en Peñarol, teniendo en cuenta el momento del año y que lo hizo cuando aún el encuentro estaba sin goles.

Alles pasó a Guarteche, que remató de gran forma, pero Bologna respondió mejor y sacó la pelota al córner. Fue la más clara. Ricardo Queiro tambiénpodría haber puesto el tanto de su equipo, pero el guardameta mirasol estuvo atento, como también lo estuvo cuando el zaguero Rafael Tabárez cabeceó tras un tiro libre. El ping pong de los primeros 45 minutos favoreció a Progreso.

El aurinegro no tuvo peso en el último cuarto de cancha. Carlitos Núñez no repitió lo realizado en el inicio del clásico y Marcelo Zalayeta no pudo aparecer en todo su esplendor. Tony Pacheco era el que tomaba las riendas de la ofensiva. Así, a partir de un centro del número 8 llegó un cabezazo de Damián Macaluso que salió por arriba del horizontal; y no hubo mucho más. Temprano en el encuentro, el DT puso a Mauro Fernández y sacó a Alejandro González, lo que provocó que el Vasquito Aguirregaray pasara al lateral.

La segunda parte estuvo más movida y con muchas situaciones para comentar. De arranque, Jorge da Silva se quedó con diez futbolistas en el campo debido a la expulsión de Sebastián Píriz, que a los tres minutos vio la segunda tarjeta amarilla. Pero con uno menos que su rival, Peñarol tuvo la más clara en una doble jugada del Tony, que Tabárez y Rodrigo Odriozola se encargaron de que no terminara en la red.

Progreso volvió a habilitar a Alles, que la disparó muy alto tras dominarla en el área. A los 21 minutos, el elenco de La Teja contó con una falta técnica dentro del área que tampoco pudo concretar. Barcos metió al Patita Millacet para explotar su velocidad cerca del área, mientras que Da Silva colocó a Juan Manuel Olivera y sacó a Marcel Novick, en un cambio netamente ofensivo. Y fue el delantero carbonero el que cambió el partido. Un centro de Pacheco, que fue muy importante para su equipo, terminó con un cabezazo letal de Olivera que puso el 1-0.

El defensa Jonathan Souza Motta fue muy mal expulsado sobre el final y los últimos minutos se disputaron con 20 hombres en la cancha. Zalayeta tuvo dos chances para poder liquidar el cotejo en un mano a mano y un remate que rebotó, pero ninguna concluyó de forma exitosa.

Peñarol se sacó de encima a un rival complicadísimo. Ganó un partido muy duro, de ésos que hay que ganar para no regalar terreno en la definición. Lo más importante: volvió a dominar la Anual, una tabla trascendente para el Uruguayo. Progreso debe sumar imperiosamente para seguir con chances de mantener la categoría. Seguramente jugando como el sábado pueda conseguir algún triunfo que le dé esperanza.