La selección uruguaya enfrenta hoy a Brasil desde las 18.30, en lo que será el tercer encuentro de la celeste por el grupo A del Premundial. A pesar de no contar con todo su potencial, los brasileños tienen un plantel interesante. Uno de los basquetbolistas más destacados es el base Marcelinho Huertas, que defiende a Barcelona en la liga ACB de España. Hace muchos años que está en su selección, y en 2006 defendió la verdeamarela en el Mundial de Japón. Ganó varias medallas de oro con su país y, además de jugar en el principal torneo español, también lo hizo en Italia.

El joven pivot Rafael Hettsheimeir, nacido en 1986, es una de las promesas que tiene esta selección. De 2,08 metros, jugó la temporada pasada en Real Madrid y la próxima lo hará en el Unicaja Málaga. El alero Guilherme Giovannoni, uno de los más experientes, es otro de los destacados, junto con el joven base o ayuda Vítor Benite. El alero estadounidense nacionalizado brasileño Larry Taylor y el alero Arthur Belchior son otros que sobresalen en un equipo que sufre las ausencias de los jugadores que actúan en la NBA.

Hasta el momento los dirigidos por el argentino Ruben Magnano no vienen bien; cayeron ante Puerto Rico en el debut y ayer fueron vapuleados por Canadá 91-62.

Tico-tico

Hay distancias insalvables. La propia dinámica del básquetbol las hace imposibles de acortar. Y precisamente contra la selección de Puerto Rico, una de las favoritas a quedarse con el torneo, se vio reflejado en la cancha. Los ticos poseen un plantel que ejerce un poderío capaz de hacer vulnerable a cualquiera; ahí estuvo Uruguay como presa.

Los celestes de Pablo López salieron con un quinteto formado por Fitipaldo, García Morales, Taboada, Calfani y Batista. La selección tica, dirigida por Francisco Olmos Hernández, lo hizo con Carlos Arroyo, Holland, Alex Galindo, Sánchez y Balkman. Si se tiene en cuenta que afuera, de pique, quedaron Juan José Barea, Larry Ayuso y Daniel Santiago, es un equipazo por donde se lo mire. Pero no se quedó en ésa. Salvo los primeros minutos, en los que los celestes dominaron el marcador en base a tiros lejanos de Leandro y Taboada, cuando los ticos se afianzaron en su juego dinámico, elástico, versátil o físico dependiendo de las circunstancias, encontraron gol y comodidad. Es el plus del talento. No en vano cuentan con jugadores de la NBA categóricos, por algo se trata de una de las potencias latinoamericanas del deporte. Se terminaron yendo 29-18 al final de los primeros 10.

Talento, eficiencia, otro básquetbol, y por si fuera poco, una contundencia en los porcentajes de conversión tremenda. Uruguay probó defensa zonal, hubo algunos intentos de pasar a marca personal, se intentó defender cerca de las tablas como primera opción, se buscó tomar las marcas más arriba para no dejar correr. Pero no hubo caso. Casi 60% de los tiros desde el triple fueron adentro. Galindo y Arroyo on fire, y como contrapartida, Balkman, Sánchez y Villafañe acomodaron los defectos con segundas chances bajo el aro. No fueron una solución en la defensa del juego interior Esteban Batista, Newsome ni Wachsmann, y cuando los celestes buscaban el ataque, las imprecisiones producto de la marca caribeña forzaron a Uruguay a precipitarse y perder balones importantes. Demasiadas ventajas, bien capitalizadas por Puerto Rico.

Rotación, administración del cansancio y los físicos, búsqueda de posibles sistemas. Así se fue el partido de Uruguay cuando el marcador era inalcanzable (el final fue de 93-69), con la mente puesta en hoy con Brasil. Focalizar qué puntos se pueden ganar es tarea primordial rumbo a la siguiente fase.

Cachetazo

Uruguay consiguió triunfar en el debut del Premundial de básquetbol el sábado al mediodía. Fue 68-66 ante Jamaica, un rival nada fácil para los dirigidos por Pablo López. De hecho, el encuentro se resolvió en la última pelota, cuando Esteban Batista logró cachetear un balón tras un tiro de Leandro García Morales.

Los jamaiquinos venían al encuentro ante los celestes de la derrota contra Canadá. Todo apuntaba a que el trámite sería parejo, teniendo en cuenta lo que habían mostrado los centroamericanos en su debut: un equipo muy atlético, físicamente corpulento y con algunas individualidades para respetar. Un estilo muy diferente al uruguayo, lo que siempre complica.

El partido arrancó con una gran presión rival sobre el base uruguayo Bruno Fitipaldo, lo que provocó que el equipo no jugara cómodo. Fue por eso que Jamaica arrancó arriba en el marcador en los minutos iniciales. La máxima diferencia fue de 11-5 a los 5 del primer cuarto, con un tiro libre de Rose. A esa altura ya había salido de la cancha Fitipaldo, producto de sus tres faltas personales, algo que se fue sintiendo a medida que transcurría el partido.

La presión jamaiquina amainó y Uruguay empezó a jugar un poco mejor. Leandro García Morales salió más claro de las cortinas y a encontrar tiros de alto porcentaje para él, lo que hizo que finalizara los primeros 10 minutos con 11 unidades. El primer chico culminó 17-17.

La rotación del elenco celeste (ya en el segundo cuarto habían visto acción diez basquetbolistas) no surtió efecto, salvo por lo realizado por Nicolás Mazzarino, que encontró una buena racha en el juego. Lo positivo de esto fue que las principales figuras tomaron descanso y llegaron con buena intensidad al final. Los escoltas Rose y Scott, más lo que aportaba Samardo Samuels en la pintura, fueron las principales armas ofensivas de Jamaica. Lo que le importaba a Uruguay era cortarle el ataque rápido, una vía por la que los jamaiquinos consiguen muchos puntos, ya que es su forma habitual de jugar.

Salsa picante

La otra serie parece mucho más compleja en su definición que la uruguaya, por la aparición de un fuerte seleccionado mexicano que se perfila para arrastrar puntos clave a la segunda parte del torneo. Venezuela cayó el viernes en el debut ante México 65-56, el sábado sufrió muchísimo para derrotar a Paraguay, al que recién pudo quebrar con un triple a menos de un minuto para el final, y ayer tuvo otro durísimo partido ante Dominicana, que el sábado había conseguido un gran triunfo ante Argentina 91-72. Los albicelestes habían debutado con una contundente pero no tan simple victoria ante Paraguay, a quien derrotaron 95-60. Para los argentinos serán decisivos los partidos de hoy ante los dueños de casa y de mañana ante los mexicanos para pasar a la segunda fase con un punto.

Tras el descanso que le dio Pablo López, Leandro volvió al rectángulo con la misma finura con la que había salido, y volvió a convertir para que Uruguay se fuera arriba tras el cierre de los primeros 20 minutos 34-31. Jamaica corrió con ventaja luego, en el tercer cuarto, por un marcador de 50-48. La máxima diferencia de la isla caribeña fue de 7. Uruguay estuvo más de 3 minutos sin anotar en el comienzo, lo que sumado al número alto de pérdidas, le permitió corridas de cancha al rival. Pero la defensa zonal 2-3 que Pablo López ensayó hizo que los celestes (vestidos de blanco el sábado) empardaran el trámite, y con el buen aporte de Esteban Batista debajo del aro, acortaron la diferencia a tan sólo dos puntos.

El último cuarto fue muy parejo, y el final cerrado era previsible. García Morales siguió en todo su esplendor, volvió Fitipaldo a la cancha y fue clave, trabajó muy bien para el equipo Kiril Waschmann, y Batista fue fundamental. El pivot ex NBA anotó el último doble del juego, capturó un rebote ofensivo y cacheteó el balón para darle el éxito a Uruguay. Lo positivo del primer partido fue el buen tono defensivo que por momentos mostró Uruguay y el desem-
peño de algunas figuras, como García Morales (20 puntos), Batista (22), Waschmann y Mazzarino.