Hoy habrá dos partidos por la serie B del certamen sub 20 femenino que se está disputando en Fray Bentos. Es la serie más pareja; si le hubiera tocado en ésta, Uruguay podría haber tenido más posibilidades, por lo menos eso surge del análisis de los amistosos, en los que las celestes igualaron dos veces con las argentinas y golearon a las paraguayas. Desde las 20.00 las guaraníes tendrán una gran chance de arrimar el bochín a la clasificación cuando enfrenten a las ecuatorianas, que se ubican dos puntos más arriba, pero tienen un partido más jugado. A las 22.00 las líderes y sorprendentes bolivianas intentarán sellar su pasaje a la ronda final frente a Perú, que todavía no sumó puntos y está prácticamente eliminado.
A puro vallenato
El sol volvió a castigar en la jornada dominical, que arrancó temprano, con el partido entre las dos selecciones que llegaban invictas en la serie y mantuvieron ese récord. El resultado fue 0-0 entre Colombia y Brasil, en un partido que se jugó con una temperatura elevada y que no tuvo el ritmo que algunos pocos y solitarios espectadores esperaban. Con esa unidad, las cafeteras llegaron a ocho puntos y clasificaron. Las brasileñas tendrán una final frente a las venezolanas en la última fecha de la serie, en la que, si ganan o empatan, se meterán en la anhelada ronda final.
Venezuela, que arrancó perdiendo 2-0 el primer partido frente a las colombianas y que en la fecha anterior había goleado a Uruguay, volvió a triunfar ayer, lo que le permite llegar a la última fecha con posibilidades de clasificarse. El rival era la ordenada selección chilena, que se vio superada por el buen control del balón del rival y la efectividad de las caribeñas, que en los últimos dos partidos parecen haber mejorado la puntería. La vinotinto ganó 3-1, con goles de Marialba Zambrano, la lírica Michelle Romero y Paola Villamizar. En el segundo tiempo, cuando las trasandinas veían cómo se les escapaba la clasificación, habían conquistado el descuento con una anotación de Javiera Roa, pero Villamizar liquidó el partido en los descuentos, decretando el 3-1 final, muy festejado por Venezuela, selección que se está acostumbrando a ser un animador principal en estos torneos juveniles femeninos.
Como cabía esperar, el público fue escaso en el Charrúa. Era previsible, teniendo en cuenta la fecha de descanso para las uruguayas, que tendrán su despedida mañana contra las chilenas, que sólo sumaron un punto ante Colombia. Pero arrímese temprano, porque Venezuela-Brasil promete que va a ser el partido más picante. Será la última oportunidad de ver partidos en Montevideo, ya que la última ronda se disputará en su totalidad en Fray Bentos, donde la copa y la clasificación para el Mundial estarán en juego.
Vinillo tinto
El viernes, con un calor agobiante, los que nos acercamos, bajo la sombra de los árboles del Parque Rivera, al estadio que lleva el nombre de los indios que el primer presidente de la República exterminó, pudimos observar la tercera fecha de la serie A, en la que la selección uruguaya quedó eliminada.
A primera hora, Colombia y Chile mostraron su orden táctico, jugaron lejos de los arcos y terminaron igualando 0-0 un partido en el que hubo pocas emociones.
Era muy difícil, y el partido de primera hora ya había dejado sin chances de alcanzar a las colombianas, pero igualmente, como ya conté varias veces en estas páginas, Uruguay les puso el pecho a las balas y salió muy enchufado frente a las vinotinto.
Pocho Barindelli paró un equipo con algunas modificaciones en la zona defensiva. Arrancó bien el conjunto celeste pisando fuerte y a los cinco minutos ya estaba ganando 1-0: Fernanda Lorenzo conectó un tiro de esquina lanzado por la volante extrema Alaídes Bonilla. Ganábamos y no dejábamos respirar a las caribeñas. En el medio, las González, Pamela y María, frenaban toda incursión, y si llegaban a traspasar esa contención estaba Lacoste para limpiar el fondo.
El ritmo del partido disminuyó cuando el sol pegaba fuerte. Venezuela fue creciendo: tenía el balón e intentaba despertar algún circuito de juego que le permitiera acceder al arco rival. En los últimos minutos del primer tiempo, cuando Uruguay ya estaba contra las cuerdas, Lacoste, la mejor del fondo, se retiraba lesionada -mirá que no ligamos nada-. Para colmo, María Peraza, también de cabeza, tras un córner en la última igualó el marcador para irse 1-1 al vestuario.
Uruguay volvió a salir con todo. Alaídes Bonilla lo tuvo, pero el palo y la golera le dijeron que no. Se presentaba un lindo panorama para las dirigidas por Pocho, pero un error de la golera Valentina Rodríguez fue aprovechado por Idalys Pérez. Desde ahí el conjunto local no volvió a levantarse y las vinotinto despacharon dos goles más y marraron unos cuantos. Nuevamente las celestes terminaron traicionadas por el cansancio y Venezuela parecía intacto y con más velocidad que en el primer tiempo. Así fue hasta el final, cuando el equipo celeste no hizo pie y terminó siendo una sombra del de los primeros minutos de partido. Otro tropezón que duele, sobre todo por la cantidad de goles. Queda la chance de redimirse ante las chilenas. Seguramente las gurisas dejarán todo.