La última pelota del partido decidió el trámite, cuando todo se diluía en empate. Guido Carrillo convirtió desde el punto penal y puso el segundo en la cuenta de Estudiantes de La Plata, que ya tenía uno casi desde el comienzo, cuando el pibe Joaquín Correa abrió el marcador. Los carboneros habían empatado porque a Fabián Estoyanoff le bastaron cinco minutos en la cancha para poner el 1-1.

Acaso ese gol es la esperanza de Peñarol, aunque quede el sabor amargo de lo que pudo ser y no fue. Asumido lo resuelto, es tiempo de pensar en la revancha. Ésa que tendrá lugar el miércoles 22 en el Centenario, seguramente con Sebastián Píriz y Jonathan Rodríguez entre los titulares de Peñarol, buscando remontar una llave que parece posible.

Podría haber sido

Cuando el partido se planeaba parejo y apenas se esbozaban algunas evidencias de cómo se pararían los equipos en la cancha, Correa, volante por la izquierda del pincharrata, se llevó la pelota desde la mitad de la cancha, se sacó a uno de encima, la acomodó para su pierna derecha y sacó un zapatazo fuerte, bien dirigido, inatajable para Pablo Migliore, para poner el 1-0 a los 11 minutos.

Desde ese momento del primer tiempo el dominio fue de Estudiantes, casi sin lucir, mucho más práctico que vistoso, cortando al desentonado Peñarol, que no funcionaba. Y dormía: Viruta Vera sacó un lateral rápido para Carrillo, que encaró hacia el área, se la cedió a Carlos Auzqui, y no fue gol porque le pifió. Recién a la media hora se afianzó Nahitan Nández, empezó a jugar el Japo Rodríguez invitando a Antonio Pacheco, ganaron metros y Marcelo Zalayeta empezó a ser referencia. Jugado en la mitad de la cancha, la opción carbonera de llegar al arco rival fue la pelota detenida. El Japo exigió a Hilario con un tiro libre y luego Damián Macaluso ganó un córner, pero le quedó alto el cabezazo.

En la primera que tuvo, Estoyanoff encajó un caño y buscó el arco. Fue córner; fue un llamador. Seis minutos después de su ingreso, Fabián Larry apretó un tiro libre lejano e hizo de ilusiones realidad al transformar llamador en gol y empatar el partido. Inmediatamente Jorge Fossati movió fichas. Sergio Orteman entró en lugar de Pacheco: el trueque era juego por piernas frescas. Se replegó Peñarol, sacó un contraataque entre Zalayeta y Nandez que pudo haber significado la victoria. Pero terminó en derrota, porque Jonathan Sandoval midió mal y Carrillo no desaprovechó.

Se mira

El jueves, cerrando la tanda de juegos por la Copa Sudamericana esta semana, jugarán Libertad de Paraguay y River Plate de Argentina. Importa, porque de ese partido saldrá el ganador que se cruzará en cuartos de final con el que gane la eliminatoria entre carboneros y pincharratas. Además, hay cuatro jugadores uruguayos en cuestión. En los paraguayos están Rodrigo Popi Muñoz como arquero y Rorro López, goleador del conjunto gumarelo. En los millonarios del otro lado del Plata, Carlos Pato Sánchez y Rodrigo Pulga Mora son piezas fundamentales.