La situación parece calmarse. Luego de las idas y vueltas con la designación del director técnico, los carboneros tienen un nombre arriba de la mesa: Pablo Javier Bengoechea. La reunión de hoy del Consejo Directivo buscará el consenso para que el Profesor comande al equipo en el Torneo Clausura.

Juan Pedro Damiani llamó al ídolo aurinegro para hablar del futuro cercano. Según declaró Bengoechea en una entrevista para el programa Derechos exclusivos, de Radio Uruguay, la reunión fue muy buena y la decisión quedó pendiente para hoy, cuando el presidente de Peñarol se reúna con los demás directivos para analizar otras opciones (o no). Además, otra de las propuestas aparentemente firmes, que era nombrar al director técnico de River Plate uruguayo, Guillermo Almada, quedó por el camino porque Guille anunció que lo habían llamado para decir que habían elegido a Bengoechea.

La idea seduce, y mucho, a Bengoechea. En tal sentido, dijo que llega en un momento justo: él está sin trabajo y la institución no tiene entrenador. Hombre de palabra, el Profesor cree que el compromiso es posible porque nadie tiene otros compromisos. Si bien todo depende de lo que acontezca hoy en la reunión de directiva, Pablo Javier sostuvo: “Siempre soñé con volver al club en alguna ocupación. Quizá sea esta vez”.

Consultado por las condiciones en que arribaría, Bengoechea sostuvo que “la realidad es la realidad”. Llega en momentos no elegidos y por los malos desempeños del equipo en el Apertura. Lo tiene clarísimo y reconoce que no es la situación ideal: es muy difícil dirigir un equipo que venga ganando, por lo general se da de tomar equipos que pierden. Comentó: “Lo ideal sería llegar al principio de la temporada, pero las oportunidades dependen de cuándo se dan. El punto a favor es el conocimiento del club”, además de que considera que cuenta con un muy buen plantel de futbolistas. Al respecto, Bengoechea piensa que es necesario solidificar las estructuras para que “no necesariamente se tenga que ir un entrenador por los malos resultados. Eso no forma base. Lo ideal es que se planifique una temporada pensando en que el entrenador la termine”.

El Profe se trae sus fichas: Óscar Aguirregaray será el ayudante de campo y Modesto Turrén el preparador físico. Sobre el resto del cuerpo técnico dijo que primero es necesario que le confirmen que será el entrenador y luego, de acuerdo con las necesidades, conformará su equipo. La fecha de inicio de la actividad será el 5 de enero. Citará a todos los jugadores que tengan contrato vigente con Peñarol. Quiere ser y reconoce las urgencias por intentar lograr resultados, por tener una planificación seria y urgencia por el compromiso. Una historia que ya reconoce en sus pasos y ahora quiere (re)escribir en Peñarol.

El baile del caño

Fue agitado. Todo, demasiado. El scrabble de nombres apuntó a varios. Directivos, entrenadores, que sí y que no, los que vendrían, lo dicho y lo no dicho, la subjetividad; ojos y oídos. Diego Aguirre habló: “Previo a las elecciones llegué a un acuerdo con Juan Pedro”, dijo la Fiera en Derechos exclusivos, y agregó que su intención era, además de dirigir, aportar en otras áreas del club, tener más injerencia en lo deportivo, con ideas en común que atraviesen todas las categorías, desde las formativas a la mayor. Aguirre confirmó que las negociaciones estaban avanzadas, pero el tratamiento público que se les dio a las diferencias económicas y la falta de unanimidad respecto de su llegada fueron situaciones que desgastaron la conversación. “Hablé con los representantes del consejo, demostré mi disconformidad, hasta dije que tenía ganas de irme. A nadie le puede causar tanta sorpresa”, manifestó.