La sensación es fría, pero no porque los recuerdos no tengan calidez, sino porque parece que lo sustancial del recuerdo del año pasó en invierno: una tarde-noche, el mejor Suárez del mundo, el del Liverpool que arañó la Premier League, se rompió un menisco apenas unos días antes de ponerse la celeste para jugar el Mundial. Por esos mismos días Wanderers, el del Tito Borjas, el último campeón amateur, estuvo a punto de ser campeón uruguayo por primera vez en su historia en el profesionalismo, pero Salvador Ichazo ganó el mano a mano al futuro del tercer gol bohemio. Camilo Mayada, el mejor del campeonato, empató cuando moría el alargue, y al final, en los penales, el título fue para Danubio. Con el mismo frío, Luis se operó y fue anotado en el Mundial, y con otro frío, después del sofocón en Fortaleza, se vistió de héroe, en la épica victoria contra los ingleses. Unos días después fue extremadamente cálida la victoria ante Italia, pero nos acaloró sobremanera la mordida de Suárez; y más nos calentó Chiellini y nos encendieron de ira la FIFA y sus pelucones. Siempre en invierno. Ya después de James Rodríguez, Defensor llegó lo más alto que ha podido en la Libertadores, y literalmente quedó a centímetros de la final, cuando no entró el derechazo de Herrera. Después en Nacional se quedaron con la prueba de Gutiérrez y con el asombro que genera el Chino Recoba, y con el título del Apertura, mientras Racing marcó en su historia el año sin ganar nada.

Bien de acá

Danubio campeón del Uruguayo 2013-2014 venciendo en la final a Wanderers, Nacional arrasando en el Apertura que cerró el año y Defensor Sporting llegando a la semifinal del continente. Éstos fueron algunos de los hechos que marcaron el año futbolístico a nivel de clubes.

Sin lugar a dudas, la máxima atención futbolera de 2014 estuvo centrada en el Mundial de Brasil, pero no por eso dejaron de suceder hechos importantes para los clubes locales. El Campeonato Uruguayo, que comenzó en 2013 y finalizó a mitad de este año, consagró a Danubio como el mejor. Sobresalió la muy buena campaña que también hicieron Wanderers, finalista, y River Plate, tercero en la Tabla Anual.

En la primera mitad del torneo, la franja logró obtener el Apertura de manera agónica, superando a Nacional y a River Plate en la última fecha gracias al triunfo ante Sud América 1-0 en el estadio Casto Martínez Laguarda, de San José, con un golazo de tiro libre de Pablo Lima, que para el Clausura ficharía por Peñarol. El empate de los darseneros en el Franzini contra Defensor Sporting y la caída de los albos en el Parque Central frente a Fénix les permitieron a los dirigidos por Leonardo Ramos quedarse con la copa de campeón y asegurarse un lugar en las finales.

El cierre del Clausura no fue tan emotivo, pero también mostró incertidumbre hasta la última fecha. Peñarol venía primero hasta la etapa 14. En la 12, había goleado a Nacional en el clásico 5-0 con los goles de Marcelo Zalayeta, Damián Macaluso, Jorge Rodríguez y Luis Aguiar, que anotó en dos ocasiones. Parecía que los aurinegros iban expresos al título. Pero en la decimocuarta jornada Liverpool se le puso en el camino, y en aquel recordado encuentro con entradas a altísimos precios, los negriazules lograron empatar ante el líder 1-1, lo que hizo que Wanderers se subiera a la cima de la tabla luego de vencer a Defensor en condición de visitante. En la última fecha, los bohemios sufrieron, y mucho, en un colmado Campeones Olímpicos de Florida para derrotar a El Tanque Sisley 1-0 y cerrar un gran torneo, que, además, sumó la coronación en la Anual, algo que le permitía mirar con buenos ojos la definición frente a Danubio.

Los franjeados golearon a Wanderers 3-0 en la semifinal y estiraron el Uruguayo a dos encuentros más. Fueron campeones por penales, luego de empatar en las dos finales, primero 0-0 y en la última, en el Gran Parque Central, 2-2. El delantero Jonathan Álvez fue una de las grandes figuras del equipo, a pesar de no haber estado en los últimos juegos por lesión. Además, Camilo Mayada también fue de gran destaque a lo largo de toda la temporada.

Arrollador

Nacional fue el último equipo de Primera División en festejar en 2014. Los tricolores de la mano de Álvaro Gutiérrez fueron muy superiores a sus rivales y ganaron 14 de los 15 partidos disputados. Gutiérrez, hasta que agarró al plantel principal de forma interina, trabajaba en la Tercera División alba. Luego de la salida del floridense Gerardo Pelusso ascendió al primer equipo y su primer entrenamiento fue el 29 de abril; apenas algo más de siete meses después, cerró un Apertura casi perfecto, con 34 goles a favor y sólo 7 en contra. Perdió únicamente con El Tanque Sisley 2-1, y luego salió victorioso de todos los cotejos, incluso del clásico, que lo tenía casi perdido, pero logró dar vuelta 2-1 en el cierre con el tanto de Álvaro Recoba.

Cerca

Defensor Sporting fue el mejor representante de Uruguay en la Copa Libertadores de América 2014. El torneo también lo jugaron Peñarol y Nacional, pero ninguno de los dos logró superar la fase de grupos. Los aurinegros fueron terceros detrás de Santos Laguna, de México, y Arsenal, de Argentina, y por encima de Deportivo Anzoátegui, de Venezuela. Los tricolores quedaron aún más lejos, con un solo punto por debajo de Gremio, de Brasil, Atlé- tico Nacional, de Colombia, y Newell’s Old Boys, de Argentina.

Defensor, con Felipe Gedoz, Giorgian de Arrascaeta y Nico Olivera como algunos de los principales hombres, pasó la primera fase primero. El elenco orientado por Fernando Curutchet ganó 11 puntos, destacándose la victoria como local y el empate obtenido de visitante frente a Cruzeiro, de Brasil. En el grupo quedaron por el camino Universidad de Chile y Real Garcilaso, de Perú. En el camino de octavos de final se puso The Strongest, de Bolivia, que fue un duro rival, al que logró eliminar por penales. Los cafeteros de Atlético Nacional fueron los rivales en cuartos, y los triunfos 2-0 y 1-0 metieron a Defensor en la semifinal, que se jugaría después del Mundial. Luego de la interrupción, Nacional de Paraguay lo superó en la ida 2-0, y el 1-0 en Montevideo no alcanzó. Todavía duele, y mucho, ver en El Programa de Lavechia cómo el balazo de Robert Herrera en el área chica guaraní revienta la parte de adentro del travesaño y sale. De todas formas, el desempeño violeta fue muy bueno y algo de lo más saliente para el fútbol uruguayo en 2014.

Hincando el diente

A nivel internacional, 2014 quedó marcado por la actuación celeste en el Mundial de Brasil, básicamente gracias a dos jornadas gloriosas como sin duda lo fueron las de los sucesivos triunfos contra Inglaterra e Italia. Los dos tantos de Suárez contra los británicos y el cabezazo goleador de Diego Godín contra los italianos hicieron posible una clasificación que parecía haberse comprometido mucho en el debut con derrota contra Costa Rica en Fortaleza. Luego, la triste eliminación con Colombia en los octavos de final en el estadio Maracaná, de Río de Janeiro, esfumó los sueños celestes, aunque en realidad el gran mazazo a la ilusión uruguaya fue dado por la FIFA unos días antes, cuando marginó de la competencia a Luis Suárez por su acción antideportiva contra el zaguero italiano Giorgio Chiellini. El delantero salteño, que después del Mundial cambió de club y dejó Liverpool para ir a Barcelona, fue el gran abanderado del fútbol celeste en el Mundial, y su exclusión del Mundial fue decisiva para la eliminación del equipo dirigido por el maestro Óscar Washington Tabárez. Pero además de la sanción a Suárez, el Mundial brasileño tuvo otros momentos memorables. Seguramente el más celebre de ellos fue el histórico 7-1 que Alemania le propinó a Brasil en las semifinales, encuentro que quedará marcado a fuego en la historia de los Mundiales. La eliminación de los locales, y particularmente la forma en que se dio, marcó uno de los picos emotivos del Mundial, que unos días más tarde sería obtenido por la sólida selección alemana, que ganó su cuarto título y se convirtió en la primera selección europea que obtuvo un Mundial en territorio americano tras derrotar en la final del torneo a Argentina.

Hablando de nuestros hermanos del Plata, pocos días después de su caída en la final del mundo falleció Julio Humberto Grondona, quien durante 35 años manejó los destinos del fútbol argentino. Pero, a pesar de su ausencia, el legado de Grondona seguirá presente durante mucho tiempo más; de hecho, el año que viene el campeonato de Primera División en Argentina lo jugarán de febrero a noviembre 30 equipos, idea que les rechina a dirigentes de muchos clubes, pero que igualmente fue aprobada, porque fue una de las últimas banderas que Grondona sostuvo con firmeza antes de su partida.

En cuanto a clubes, 2014 fue un año histórico para San Lorenzo de Almagro, que por primera vez en su historia ganó la Copa Libertadores de América al derrotar en la final a Nacional de Paraguay, otro colado en la definición de la máxima competencia clubista sudamericana. Los santos de Boedo, que hasta esta edición eran el único de los cinco grandes argentinos que no había obtenido el título, aun sin tener un equipo brillante ni nada por el estilo, pudieron más que nadie en la Libertadores. Así, hace algunos días tuvieron la oportunidad de disputar el Mundial de Clubes, competencia en la que quedó clara la diferencia económica entre los que hacen lo que pueden y los que hacen lo que quieren. Real Madrid, campeón de la Champions League, fue una fuerza demasiado superior a San Lorenzo, que, pese a dejar una imagen digna en la derrota, estuvo lejísimos de poder traer el título a nuestro continente, algo que hizo por última vez Corinthians, de Brasil, en 2012, cuando superó en la final al Chelsea inglés.

En el segundo semestre de 2014 se jugó la Copa Sudamericana, que terminó siendo ganada por River Plate, de Argentina, logro que consiguió levantar definitivamente el ego de sus hinchas, tremendamente golpeado por el descenso del club a la B en 2011. En esta nueva etapa, los millonarios bajo la conducción técnica de Marcelo Muñeco Gallardo lograron un nuevo título sudamericano, con el aporte de dos uruguayos, Rodrigo Mora y Carlos Sánchez, quienes, junto con el delantero de San Lorenzo Martín Cauteruccio, fueron los orientales que festejaron este año títulos internacionales en Sudamérica.