Nació el 27 de junio de 1965. “De niño-niño no tengo recuerdos de pelota, ya sea porque no la tenía o porque jugaba con otras cosas. Tengo idea de que era muy feliz en mis juegos, con mis juguetes, que eran campo y animales, espacio, aire, todo muy libre”, le dijo a la diaria en 2006. Claro que eso cambió al tiempo, cuando se mudó a la ciudad para comenzar su etapa escolar: “Después de que agarré la pelota hacía todo con ella. Iba al almacén a comprar arroz y allá iba la pelota, iba a hacer mandados con la pelota. Lo que fuera, todo con ella. Era un juguete que me entretenía muchísimo”. Ese enamoramiento con la globa, en su niñez de goma y después de cuero, se mantuvo hasta el final de su carrera.

Jugaba descalzo y le costó adaptarse cuando tuvo que calzarse los zapatos. “Mi primera experiencia de fútbol organizado fue en la escuela, en los campeonatos escolares, que estaban muy bien organizados y jugaban sus finales en la cancha chica del estadio Paiva Olivera. Estaba muy bueno; iba toda la escuela y la familia, era todo un evento. Mi primera y única camiseta en Rivera fue la de Oriental. Empecé en el baby fútbol precisamente porque el técnico me vio en los campeonatos escolares. Empecé un año después porque en esa época la categoría más chica era de diez años y yo empecé en la de 11”, recordó en aquella oportunidad.

En relación con su estilo de juego, comentó: “Sólo tuve la influencia del fútbol brasileño, no tuve la influencia de acá. Yo tenía solo aquello. Cuando vengo a Montevideo es que me choca. Nada que ver. Imaginate que yo allá era volante central y acá era el más adelantado de todos”. Cuando en la conferencia de presentación como nuevo DT fue consultado acerca del estilo que quería darle a su equipo, respondió categóricamente que eso depende de los jugadores con los que cuente a la hora de armar y preparar el torneo.

Bengoechea con la camiseta de Peñarol fue partícipe y gran protagonista del segundo quinquenio del club en el fútbol uruguayo. Llegó a los aurinegros en 1993, año en el que se inició el lustro ganador. En 1997 le anotó un golazo a Defensor Sporting en el estadio Centenario, en la victoria decisiva 3-0. Durante esos años compartió equipo, entre otros, con Óscar Aguirregaray, su actual ayudante técnico, Óscar Ferro, el entrenador de arqueros mirasol, y Antonio Pacheco y Marcelo Zalayeta, dos integrantes del plantel con el que iniciará sus trabajos la semana próxima.

Como mencionó anteriormente, su carrera sobre el verde césped se inició algunos años antes en Rivera. Debutó en Primera División con Montevideo Wanderers en 1985, estuvo varias temporadas en Sevilla (España) y pasó por Gimnasia y Esgrima La Plata (Argentina) antes de llegar a Peñarol, club con el que también jugó varias copas Libertadores de América, la Copa Conmebol y la Mercosur. Además del quinquenio obtuvo los campeonatos Uruguayos de 1999 y 2003, año en el que le puso fin a su carrera.

De celeste

Sus actuaciones con la selección uruguaya de fútbol también quedarán marcadas en el recuerdo por los goles que convirtió en distintas finales de la Copa América. En la edición de 1987 en Argentina, con la camiseta número 16, aprovechó un rebote del arquero chileno luego de un remate del Chueco José Batlle Perdomo para darle el título a Uruguay, el decimotercero en la historia. Ocho años después, con el 8 en la espalda, acarició el balón con su pierna derecha para mandarlo al fondo de la red del arco de la Colombes defendido por el brasileño Claudio Taffarel. Fue el 1-1 de un encuentro que se definió con el penal del Manteca Sergio Martínez. Convirtió dos tantos que valieron, nada más y nada menos, dos copas continentales. En el medio estuvo el Mundial de Italia 1990, en el que la celeste dirigida por Óscar Washington Tabaréz quedó afuera en octavos de final ante el país anfitrión. Su destacada actuación en la selección finalizó en 1997 con la eliminación de la Copa del Mundo de Francia.

Primeros pasos

Como entrenador hizo su primera experiencia en River Plate junto a Óscar Aguirregaray. Mientras trabajaba en el equipo darsenero realizaba el curso de entrenador, por lo que no podía ingresar al campo de juego para dirigir a sus jugadores. Fue así en la temporada 2005-2006. Junto al Vasco estuvo al mando en el Uruguayo Especial 2005. En ese certamen lograron seis victorias, cuatro empates y siete derrotas, y finalizaron en la décima ubicación. En el Apertura de ese mismo año, el que inició la nueva temporada, la campaña fue similar: seis triunfos, seis empates y cinco partidos perdidos, y quedaron octavos, a un punto de Peñarol, que fue séptimo. En el Clausura 2006 obtuvieron menos puntos y no consiguieron ingresar a la liguilla precopas.

Estuvo al lado de Sergio Markarian por un largo tiempo. Su trabajo junto al experiente DT comenzó en Cruz Azul (México) en 2007. Luego pasaron a Universidad de Chile, club con el que ganaron el Apertura 2009, y luego arribaron a Danubio. En la franja estuvieron apenas tres meses, completando apenas siete fechas del Clausura 2010. Luego llegó la posibilidad de dirigir la selección de Perú por un período de tres años. La Copa América 2011 dejó a los incaicos con un buen tercer puesto, pero en la Eliminatoria no pudieron repetir lo hecho en el certamen corto y quedaron afuera de Brasil 2014 a un par de fechas para el final.

Tras la salida de Markarian, Bengoechea fue elegido para hacerse cargo del equipo incaico, pero el cambio de presidente de la Federación Peruana de Fútbol hizo que diera un paso al costado, para asumir pocos días después la dirección técnica de Peñarol.