Los tricolores derrotaron 2-0 a Rentistas y festejaron la consecuencia: ahora son los únicos punteros de la Anual y colideran el Clausura con Fénix. Por ahora no festejan tanto el juego, que dista de ser deficitario, pero presenta algunas debilidades defensivas alternadas con lagunas ofensivas. Se notó más en el primer tiempo, en el que la efectividad explicó la ventaja inicial. Es que Iván Alonso marcó de penal bien temprano, 19 minutos antes de que el delantero Guillermo Maidana errara una chance similar, que podría haber sido el empate rojo. El buen juego de un Rentistas que probó los palos y exigió a Gustavo Munúa quedaría tapado por el posterior crecimiento ofensivo de Nacional. Fue en el complemento. Volvió indiscutible el resultado final.

Carlos de Pena fue una lucecita encendida de continuo. Cuando Nacional funcionó bien, pero también cuando sesteó. Metió diagonales y desbordes, gestó buenas sociedades y levantó la cabeza para buscar el arco de distancia. Todo eso. El segundo tiempo le dio un buen complemento en el pie de Rinaldo Cruzado. Más amigo del pase largo, el peruano mejoró mientras Rentistas cedía espacios en busca del gol que no encontraría. Entonces, Alonso comió más y mejor. Pese al detalle insalvable del offside no sancionado a Díaz en la jugada del 2-0, la combinación previa a la gran definición del goleador del Uruguayo refleja fielmente la supremacía tricolor del último tramo, en el que también hubo espacio para el juego de campito del pibe Gastón Pereiro.

Entonces, la defensa ya había incorporado a Guille de los Santos y no padeció las dificultades del primer tiempo, que nos regaló otra buena presentación de los rojos del Cerrito de la Victoria. Rentistas no pudo anotar, pero volvió a demostrar un juego prolijo y desprejuiciado ante un grande. Y eso que el 0-1 llegó cuando sólo iban 5 minutos y tuvo una nota de gol en contra, pese a no serlo: Sebastián Sellanes cometió un tonto e innecesario penal ante Alonso. Sin embargo, los de Fito Barán desterraron de La Blanqueada la sensación de goleada locataria y jugaron por su vida. Marcelo Fernández aprovechó espacios a espaldas de los volantes tricolores y llevó riesgo al área, donde Octavio Rivero y Maidana conformaron una dupla respetable y complicaron a Ismael Benegas y a Jorge Curbelo, que fue sustituido tras recibir una amarilla y sufrir una lesión aparentemente menor. El asterisco: el penal errado. Maidana no aprovechó la falta forzada por su compadre de ataque y le dio al horizontal. También perdió un mano a mano ante Munúa luego de un yerro de Benegas, aunque la notable reacción de un arquero que empieza a ser figura invita a la clemencia para con el delantero. Octavio Rivero también falló por centímetros, pero porque fue el protagonista de un cabezazo que dio en un caño. Al rato, cuando recién había pasado el entretiempo, metió un zurdazo amenazante en la recarga de un ataque protagonizado por Pereiro. El trámite quiso que esa incursión roja fuera la última mientras la igualdad estuvo a la mano. Porque la siguiente, a cargo del ingresado David Terans, llegó cuando los de Gerardo Pelusso ya manejaban dos goles de ventaja y los minutos pasaban a ser las sobras de un partido ya resuelto.