El proyecto capurrense parece seguir en pie. El Centro Atlético Fénix de Juan Tejera sigue en la punta del Torneo Clausura, ahora sólo acompañado por River Plate, y a pesar de que pienses que se puede caer, sigue bailando, allá arriba, lejos de unos cuantos. Se armó bien Fénix para la segunda parte de la temporada: los jugadores que llegaron se acoplaron bárbaro y cada uno cumple su labor en la cancha. Cuando no está Manotas Mejía, como el sábado, aparece Rafael García con gran solvencia, igual que Juan Álvez y Nacho Pallas, dos batalladores del fútbol. En el medio está la crema del asunto: Agustín Olivera juega bárbaro, y Maxi Pérez ha vuelto a su nivel. Aníbal Hernández la está dejando chiquita. Ligüera vino intacto y el Peto Callorda se ganó el cariño de la hinchada a base de sacrificio y goles.

Capurro está de fiesta. Es puntero, juega bien y su mayor preocupación al inicio de la temporada, que era el descenso, ya ni se nombra. Cuando lo atacan, defiende de manera compacta y casi siempre neutraliza los avances del rival. Es un gran momento el de este equipo; pasan las fechas y, como viene la mano, seguirá en la pelea. La otra cara es Miramar Misiones, que no da una pelota por perdida, intenta jugar y complica a todos sus rivales, pero no puede. No le da. A los muchos jóvenes que tiene el equipo se le agrega la cuota de experiencia de Berbia, Broli y Walter Pandiani, y no han sido malos los encuentros que disputó con Daniel Sánchez como entrenador, pero su destino parece ser jugar los sábados la temporada que viene.

En la tarde veraniega-otoñal del sábado, Fénix pegó primero con el gol de Martín Ligüera, que jugó su segundo partido como titular en el club desde que llegó. Arrancó entreverada la jugada, con Maxi Pérez ganando el balón para que derivara en Callorda y terminara quedando dentro del área, en los pies del 10, que giró y pateó a la derecha de Berbia: palo y adentro. El segundo fue un penal bien pateado por Aníbal Hernández, que está encendido. La jugada fue un precioso contraataque; arrancó en los pies de Maxi Pérez, cambió de frente a Aníbal, que se metió en el área, enganchó y Nico Pandiani, que se barrió, la terminó tocando con la mano. 2-0 
y tranquilidad, aunque faltaba el descuento para que los últimos minutos fueran vibrantes. Walter Pandiani remató al arco, y Christian Colman, en el rebote que dio García, la mandó a guardar. Dio tiempo para alguna corrida por la izquierda de Leonardo Melazzi, pero entonces se agigantó la defensa capurrense, que no tuvo problemas para llevar el partido hasta el final. Fénix podría haber marcado algún gol más, pero Berbia sacó varias. En la próxima fecha, Fénix visitará a Juventud en Las Piedras, con la consigna de seguir sumando, porque, además, ya está cerca de los puestos de Copa Sudamericana. Miramar, que volverá a tener algunos jugadores con los que no contó este fin de semana, va a recibir en el Centenario a Peñarol.