A las 22.00 en el estadio Centenario, el conjunto violeta juega el encuentro revancha por los cuartos de final ante Atlético Nacional de Medellín. Sin duda, éste puede considerarse uno de los partidos más importantes en la vida del club; una de las instancias más relevantes para la mayoría de estos jóvenes jugadores, pibes de la cantera de un equipo que apuesta al desarrollo de sus juveniles como materia de sustento y principio de juego, un semillero que a menudo recoge buenas siembras. Arranca ganando la serie 2-0 tras el triunfo en tierras cafeteras.

Ante el pedido de la dirigencia de Defensor de jugar este partido en el estadio Franzini, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) trasladó la decisión a un acuerdo con los colombianos, y como éstos no aceptaron, fijó el Centenario. Lejos de quejarse al respecto, una vez decidida la cancha de juego el conjunto que dirige Fernando Curut
chet sólo pensó en cómo planificar la táctica y estrategia que aseguren la clasificación. Si los violetas cumplen el objetivo, su rival en semifinales será el Nacional paraguayo, que ayer consiguió una histórica clasificación a semifinales luego de empatar sin goles con Arsenal de Argentina en Buenos Aires.

A lo largo de esta Copa Libertadores, Defensor se ha parado de local distinto de como lo ha hecho de visitante. Prefiere hacerlo un poco más arriba, obligando a jugar en la mitad de la cancha con la intención de quitar la pelota para administrarla y jugar más cerca del arco del contrario. Su rival es un equipo que arriesga, como quedó demostrado en la ida. Atlético Nacional juega bien y tiene ritmo. Ahogó a la viola, obligándola a correr detrás de la jugada, utilizando el amplio ancho del terreno y ampliando el volumen de capacidad de juego. De todas maneras, cuando Defensor tiene la guinda juega bien, por momentos muy bien. En Medellín mantuvo el cero en el arco y eso es un plus para hoy.

En seguir cuidando el cero con sus pretensiones ofensivas puede estar una de las claves del partido. De acuerdo a eso, surge otro elemento a favor de los violetas: arrancan los primeros minutos estudiando el juego y saben, de acuerdo a ello, cambiar sobre la marcha lo planificado. Curutchet aún no dio el equipo que comenzará jugando esta noche. Es muy probable que arranque con diez de los 11 que ganaron en Medellín, dado que ha estado probando con el tacuaremboense Adrián Luna, determinante en su ingreso en Colombia, en lugar de Felipe Gedoz. Eso quiere decir que ocho de los 11 que salgan a la cancha serán producto de las formativas violetas: Campaña, Ceballos, Coto Correa, Malvino, Cardaccio (juvenil en Nacional), Fleurquin, Luna, Pais, De Arrascaeta y Matías Alonso (formado en River Plate).

No te quiero ni ver

Atlético Nacional es un muy buen equipo, y viene entonado por haberse clasificado a las finales de Colombia por tercer año consecutivo. Además, sabe lo que es eliminar a sus rivales de visitante: dejó afuera al actual campeón Atlético Mineiro. Un conjunto que maneja con criterio la pelota, propone circulación y tiene una transición muy rápida entre defensa y ataque. Por cómo se paran a jugar fuera de su feudo, van a proponer de igual a igual el partido. El fin de semana le ganó a Santa Fe de Bogotá la revancha en la semifinal del torneo colombiano, y su entrenador, Juan Carlos Osorio, paró el mismo equipo que había parado contra el violeta en el partido de ida, excepto Diego Peralta, que ingresó por Francisco Nájera. Uno de los buenos, Edwin Cardona, fue expulsado y no jugará. Sus mejores fichas son Sherman Cárdenas y Jefferson Duque. Cárdenas es el volante que propone, juega y distribuye. Peca tanto de temperamento como de jerarquía, y es el eje del mediocampo paisa. Duque, apodado el Duque Verde, es la carta de gol. Viene de anotar en el torneo local y es quien eliminó con su tanto en la hora a los brasileños de Mineiro. Desactivar esas armas ofensivas será vital para las aspiraciones de Defensor.