La semana del fútbol uruguayo previa a la penúltima fecha comenzó con la decisión de la Mesa Ejecutiva de fijar el estadio Centenario para el partido entre Liverpool y Peñarol, dejando de lado la solicitud de los negriazules de jugar en el Parque Viera, que encendió la mecha. En la noche de ayer, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) publicó en su página web un comunicado argumentando la resolución de la Mesa Ejecutiva. José Luis Palma, presidente de Liverpool, salió a escena con el objetivo de defender, amparado en la ley, la institución que representa.

La Mesa Ejecutiva se ampara en el artículo 85.3 del reglamento, que exime de responsabilidad a los estadios Centenario y Charrúa, "en el entendido [de] que no constituyen fields de uso exclusivo de ningún club". El presidente de Liverpool no lo entiende así: “El artículo 83.3 del reglamento general le impide a la Mesa Ejecutiva fijar el escenario del rival en caso de que un equipo no pueda ejercer la localía en su propio escenario. Si hay dudas en la interpretación de una norma, hay que ir al espíritu. Lo que se procura es evitar que un tercero, en este caso la Mesa Ejecutiva, altere la deportividad. Lo que está establecido es que en un campeonato a dos ruedas, como es el Uruguayo, que tiene Apertura y Clausura, el que en una rueda es local a la siguiente será visitante. Es normal que los clubes renuncien a la localía ante Peñarol porque la mayoría no tenemos los campos habilitados para hacerlo. Pero una cosa es renunciar voluntariamente a un derecho y otra es que nos obliguen a no ejercer ese derecho. Cuando un club no tiene la posibilidad de ejercer el derecho de localía, porque no puede, la Mesa puede fijársela, con el único impedimento de que no se juegue en el escenario del rival, para cuidar la deportividad.

-¿No es contradictorio?

-Acá hay una confusión. Si bien Peñarol, al inicio de la temporada, presenta un escenario de juego, eso es sólo para cumplir con el artículo 3.3, que es el que define cuáles son las condiciones que debe tener una institución para ser considerada profesional: personería jurídica, presentar balances anuales, tener sede social, entre otras, y también tener campo de juego propio o exclusivo. Eso lo hacemos todos los clubes. Por ejemplo, El Tanque Sisley presenta el [estadio Víctor] Della Valle para cumplir con la exigencia, pero es evidente que su escenario hoy es el Campeones Olímpico de Florida. Lo mismo sucede con Sud América: presenta el Parque Fossa pero juega en San José. Eso se hace porque, de lo contrario, no se podría jugar en Primera División. Peñarol lo hace con Las Acacias, pero juega de locatario en el Centenario. Si se interpreta de otra manera, se llama "trampear la ley": buscar una interpretación para violar el espíritu de la ley. El espíritu está bien claro: el Centenario, que no es de uso exclusivo de nadie, en los hechos es el campo donde Peñarol oficia siempre de locatario. No lo discute nadie.

-¿Por qué es una injusticia?

-Con esta resolución de fijar el estadio lo que se hace es violar la norma, porque no lo fija Liverpool. Si lo fijara Liverpool no habría problemas, porque es el locatario y elige jugar en el Centenario. Eso es lo que hace Peñarol todos los fines de semana que es local: fijar el Centenario. Nosotros fijamos el Parque Viera, pero la Mesa no está obligada a hacerlo; no obstante, está obligada a no fijar el Centenario, que es lo que hizo.

-¿Cómo sigue esto? -Vamos a recurrir esta decisión ante el Tribunal de Apelaciones, por considerarla violatoria del reglamento. No tiene efectos suspensivos, o sea que el partido se va a jugar tal como quedó establecido.

-¿La Mesa Ejecutiva tiene algún interés político en la decisión de mantener su criterio de la fijación?

-Responderé eso de la siguiente manera: cuando los hechos son suficientemente claros, a veces las palabras los pueden oscurecer. Estos hechos hablan por sí solos.

-¿Qué significa la localía para Liverpool?

-Es una mayor posibilidad de obtener un buen resultado. Y en estos momentos, en los que corremos riesgo de perder la categoría, lo más importante para nosotros es, dentro del reglamento y de lo que esté a nuestro alcance, hacer lo posible para sacar un buen resultado contra Peñarol. En función de ese objetivo, la defendemos. La localía es un conjunto de cosas: el escenario, las tribunas, los vestuarios, el campo de juego y sus condiciones, las medidas de la cancha. El conocimiento de esas y otras particularidades, propias del que practica y juega allí siempre, son parte de lo que significa la localía. El otro elemento importante que la define es la gente que está en la tribuna, y es lo único que podemos manejar en este momento. Antes del inicio de la temporada 2011-2012 se hizo un cambio de criterio, a partir del cual los precios [de las entradas] casi quedaron liberados, no en forma ilimitada pero sí con un techo muy alto, que es el que ahora estamos respetando.

-Priorizando lo deportivo y a riesgo de perder recaudación...

-El interés supremo es el deportivo; es lo prioritario. En los últimos tres años se vendió a Emiliano Alfaro a Italia, se concretó el préstamo de Carlos Núñez a Peñarol y se vendió a Rodrigo Aguirre hace pocas semanas; todo esto permite que, por el momento, tengamos estabilidad económica.

-Se habla de una reforma del descenso. ¿La acompañaría?

-Tenemos decisión tomada al respecto: no acompañamos esa reforma. ¿Cómo se va a anular el descenso si empezó el campeonato para que haya tres ascensos y tres descensos? Hay que terminar el campeonato con las reglas de juego con las que empezó.

-¿Y si Liverpool se va a la B?

-No se nos ocurre; es imposible. Si descendiste deportivamente, jugá en la B y el año que viene hacé los esfuerzos para volver a la A. Si nos toca descender sacaremos fuerzas y enseñanzas de nuestros errores, para volver, pero no se nos ocurre votar en una asamblea que se nos perdone un descenso. Además, si eso se va a llevar por otros, como se va a hacer, Liverpool no lo va a votar. Cuando se decida eso ya van a estar los tres equipos que descienden, y si Liverpool y el voto de Liverpool decidiera, va a votar que no haya reforma. Y se va a la B. No puede ser de otra manera.

-¿Cómo se sobrelleva la tensión, si se quiere violenta, que se ha generado en torno al tema, cuando faltan horas para el partido?

-Tenemos la tranquilidad de hacer las cosas convencidos y comprometidos con lo mejor de nuestro club. Pero si indirectamente, y sin proponerlo como es el caso, se generan reacciones que pueden emparentarse con hechos de violencia, el Estado tiene la organización como para prevenirlo. Si lo que hay son anuncios de que va a concurrir gente a las inmediaciones del estadio, estoy seguro que de la Policía tomará el resguardo correspondiente. A veces hay medidas que se toman por convicción y, sin duda, perjudican a terceros. El propósito no es molestar a la gente de Peñarol; nuestra convicción es darle un sacudón al sistema, porque, evidentemente, no puede acontecer que cada vez acumulen más poder los equipos que ya son poderosos por naturaleza. Es una medida para preservar el mínimo margen que nos va quedando para ejercer un derecho, en este caso la localía.

-¿Liverpool se siente solo en esa batalla?

-Generalmente, sí. Por ejemplo, respecto de un hecho que aconteció hace muy pocas semanas, se hizo un campeonato de juveniles distinto del de Primera División, donde hay una categoría A y otra B. Hace unos años, se separó y no necesariamente [los clubes] que juegan en Primera son los mismos que en inferiores. Se hace la suma de todas las divisionales y sobre esa base se determina que cada año haya tres ascensos y tres descensos. En la temporada anterior decendieron tres equipos, uno de los cuales era Racing. Obtuvo votos en la asamblea para interpretar un artículo en forma desviada, absolutamente fuera de reglamento, basándose en una interpretación de un literal de un artículo que es el que define las competencias de la asamblea general; con nueve votos se permitió que Racing no bajara y permaneciera en Primera División. Liverpool apeló esa resolución porque entendía que violaba el Estatuto. El Tribunal de Apelaciones, por unanimidad, aceptó la posición de Liverpool y anuló la resolución de la asamblea, por lo que Racing, que había jugado seis o siete fechas en Primera, ahora está jugando en Segunda. Pero no fue porque era Racing: podía haber sido Cerro, Peñarol, Nacional o el más amigo de los clubes que a usted se le ocurra; Liverpool lo hizo porque entendía que era una puñalada a la deportividad y a la institucionalidad de la AUF.

-¿Por qué cuesta desinstalar la idea de que esto no es contra Peñarol y sí en favor del fútbol y de hacer respetar la legislación?

-Eso va con la idiosincrasia de la gente. El fútbol es irracional, pasional.