Hoy de tarde, desde el Aeropuerto Internacional de Carrasco y sobre las 15.00, Uruguay parte rumbo a Brasil 2014. En tierras norteñas lo espera el JN Resort, hotel de la ciudad de Sete Lagoas que dista poco más de 70 kilómetros de la capital estadual de Minas Gerais; allí se instalará la selección de Óscar Washington Tabárez. Será el búnker de la concentración de los celestes, punto de partida y retorno hacia cada sede en donde toque jugar. De inicio, cinco días, el mínimo necesario que marca la FIFA al país organizador para llegar antes del inicio del torneo, de aclimatación y entrenamientos para preparar el primer partido del Mundial frente a Costa Rica, el sábado 14 a las 16.00.

El equipo entrenó hasta el sábado, en doble horario. Ayer tuvo día de descanso. La jornada sabatina en el Complejo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) estuvo enmarcada por ejercicios de coordinación en espacios reducidos de mañana, y de trabajos en la cancha de tarde. Hoy el entrenamiento será sólo en horario matutino, y comenzará a las 10.00. Luego, la despedida hacia tierras norteñas. El desafío es grande, la ilusión lo es todo. Desde la AUF se hizo saber: “La delegación uruguaya partirá desde el Complejo de la AUF a las 14:00 y se dirigirá al aeropuerto, en donde, desde el ómnibus que los traslade, recorrerá la zona de arribos para saludar al público presente, y posteriormente ingresará, en el autobús, a la pista del aeropuerto para subirse al avión. El vuelo de partida está previsto para las 14:55, y el arribo a Belo Horizonte será a las 18:00”.

Toco y me voy

José María Giménez, lesionado en un tobillo en el partido con Eslovenia, entrenó y se recupera bien. Fernando Muslera y Diego Lugano, pese a haber practicado separados de sus compañeros, también están recuperando su mejor forma. Pero la novedad de los entrenamientos del fin de semana fue que Luis Suárez, que fue operado hace 15 días del menisco en la rodilla izquierda mediante artroscopía, volvió a tocar el balón. Esta novedad reconforta y grafica que los pasos de la recuperación van tal como estaba previsto. El viernes el delantero sólo se movió con trabajos de trote y elongación; el sábado, sí, alternó varios ejercicios e hizo toques de pelota con ambas piernas, seguido de cerca por el cuerpo médico, con el doctor Alberto Pan a la cabeza y el fisioterapeuta Walter Ferreira, y bajo la responsabilidad del profe José Herrera.

Los cuatro días de sesiones que quedan en Brasil serán fundamentales para encontrar las mejores condiciones tanto en los físicos como en la precisión táctica de los jugadores celestes. Al delantero de Liverpool se lo seguirá evaluando como hasta ahora, y se actuará de acuerdo a ello. El Maestro Tabárez sólo piensa en armar el cuadro. “Tengo alguna idea de lo que es un Mundial. Es una satisfacción. Me sigo sorprendiendo, porque antes de mi etapa anterior no me hubiera imaginado lo que podía suceder. Cuando no esté en el fútbol, quizá le dé paso a la nostalgia. Hay que ocupar la mente en preparar el equipo”, dijo el entrenador, que dirigirá su tercer Mundial con Uruguay.

Brainstorm

El sábado de tarde jugó el segundo rival de Uruguay, Inglaterra, que empató 0-0 con Honduras. Un partido discreto, trabado y complicado en la mitad de la cancha, que además fue suspendido por más de media hora por peligro de tormenta eléctrica y por la lluvia. Hodgson probablemente paró en la cancha el equipo para su debut. Un planteamiento netamente inglés: parado en defensa con cuatro hombres, con más encomiendas por defender que por subir.

La mitad de la cancha la ocuparon dos de Liverpool por dentro, Steve Gerrard y Jordan Henderson, y dos volantes por fuera, que van y trepan. Arriba, la novedad fue la inclusión desde el vamos de Wayne Rooney, ya recuperado y pronto para jugar. La estrategia es la herencia: aprovechan las pelotas quietas, juegan físicamente y aprovechan cada contragolpe con velocidad. Honduras fue un buen rival, porque le plantó cara y buen fútbol. Lo complicó en los desbordes, siempre por abajo, y le presionó las salidas por los laterales. Hay mucho para vichar y tomar de ahí.