La mañana del domingo estaba espectacular para que disfrutaran los hinchas locales. Sol, mate, bizcochos, tribuna llena; todo parecía sacado de una película de Hollywood. Del otro lado estaba un equipo que intentaría impedir el final feliz.

Siempre apostando a tener la pelota más que su rival, Racing generó alguna chance sobre el arco de Tacuarembó aunque sin demasiado peligro para Jonathan Deniz. Un tiro libre de Christian Tabó en el comienzo y una combinación con Diego Zabala como protagonista fueron las que valieron para el ping pong. Joaquín Vergés inquietó en el campo opuesto, con una clara que pasó cerquita del ángulo del cumpleañero, 43, Jorge Contreras.

Con los ingresos de Ignacio Nicolini y Carlitos Acosta, el elenco de Sayago fue con todo en busca del gol que valiera la punta, pero los tacuaremboenses se mostraban firmes. Esteban González casi amarga la jornada dominical que deseaban los que estaban en la platea, pero Contreras se lo impidió.

“Lo principal es tener una identidad de juego que respete al viejo Racing; acá hay un estilo claro, cuidar mucho la pelota. Vengo con un proyecto ambicioso. Tenemos que atrevernos a soñar”, le había dicho Larriera a la diaria hace ocho meses. Y por ese camino va.

Así siguió Racing, yendo por la punta del torneo Apertura. Juan Pablo Rodríguez tomaba el mando de la ofensiva, con un buen número de futbolistas por el centro y las bandas, encargados de generarle preocupación a la defensa rival.

La perseverancia dio sus frutos cuando el reloj indicaba 47 minutos del segundo tiempo; una pelota quieta enviada al área por Rodríguez fue impulsada por Pablo Lacoste sin demasiada potencia, pero Franco Sosa, en su afán de sacarla, no hizo más que meterla en el fondo de su propio arco. Increíble final. El cervecero ganó 1-0 y el festejo fue impresionante.

El líder del Apertura defiende una idea clara, que puede gustar o no, pero sin lugar a dudas la confianza que transmite Larriera a sus muchachos vale y mucho para esta muy buena campaña de Racing. Falta mucho, pero por ahora, la sonrisa en la cara de los hinchas nada ni nadie la puede borrar.