Inteligencia versus detrito

La sección Cultura de la diaria ha intentado desde siempre reflejar la multiplicidad y diversidad de las manifestaciones culturales de nuestro país, pero es inevitable que algunos lectores sientan que aquellas formas de expresión artística que más les interesan no tienen todo el espacio que deberían. Yolanda, una lectora que desde su condición de vidente afirma que hace 20 años predijo la aparición de la diaria y en ese mismo momento decidió que se iba a suscribir, se comunicó con esta ofensoría para manifestarnos lo siguiente. “La primera sección del diario que leo es Cultura, porque la diaria es el único medio en donde veo reflejadas mis inquietudes, pero tengo que confesar que cuando llega febrero siento que me hace falta leer noticias de Carnaval. Hasta ahora no he visto que salga nada, a pesar de que estamos a pocos días del comienzo de la actividad carnavalera. La cobertura que hacen la mayoría de los medios se centra en el concurso oficial del Teatro de Verano, pero deja afuera a los tablados de barrio, los corsos y varias cosas más. Además, en el ambiente progresista se le da una importancia mucho mayor a las murgas que a los otros conjuntos. Es como si los parodistas, los humoristas, las comparsas y las revistas no existieran. Creo que la diaria es el medio ideal para subsanar estos déficits”. Antes de responder a esta misiva, a este ofensor le gustaría pedirle a la lectora que envíe un instructivo para entender las referencias al Carnaval que contiene la carta, porque son completamente incomprensibles para una persona con un mínimo interés por la verdadera cultura. Quienes se encargan de las páginas culturales de la diaria están demasiado ocupados tratando de informarse sobre la estética de las manifestaciones culturales contemporáneas, la relación entre arte y sociedad y los cambios que ha producido la tecnología en materia de consumo cultural, como para dedicarse a cubrir el “espectáculo” que brindan unos señores gordos y sudorosos que se suben a un escenario a contar chistes verdes sobre un fondo musical de melodías de moda. Pierre Bourdieu dijo en alguna ocasión: “Todo orden establecido tiende a producir (a diferentes grados y por diferentes medios) la naturalización de sus propias arbitrariedades”. Dicho en otras palabras, el Carnaval no es otra cosa que estiércol.

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En el ojo ajeno

Durante el verano el contenido de la diaria es bastante diferente al del resto del año, ya que el panorama noticioso es más bien magro. Esta situación no pasa desapercibida para los lectores, como lo prueba esta misiva. “Recibo el diario en mi casa de veraneo desde el primer día que la diaria comenzó a distribuirse en las playas. Debo decir que los responsables del periódico han hecho un gran trabajo a la hora de seguir brindando un producto interesante durante estos meses. De todas maneras, creo que podría hacerse una cobertura un poco más amplia de las actividades veraniegas que se desarrollan en las costas del este del país. Después de todo, la recreación es una parte importante en la vida de cualquier ciudadano, y además de eso, el turismo es una industria que tiene un gran peso en la economía local. En resumen: en la playa también pasan cosas y me gustaría mucho verlas en la diaria”. Este ofensor considera que no es necesario aclarar que quien envió esta carta es un varón heterosexual, ya que la desfachatez con la que se atrevió a escribir un mensaje con el que reclama que comiencen a publicarse fotos de bronceados traseros femeninos en las páginas de uno de los medios de comunicación que más se ha dedicado a promover la equidad de género y la erradicación de toda forma de violencia contra las mujeres es escandalosa. Resulta sorprendente y a la vez indignante que a pocas semanas de la creación del Observatorio contra el acoso callejero hacias las mujeres, encabezado por la militante feminista Soledad Bauzá, haya hombres que no sólo acepten, sino que encima reivindiquen los sistemas de cosificación de las mujeres que las transforman en meros aparatos reproductores o sexoservidoras. la diaria nació para que la ciudadanía se informe, no para que machos alfa libidinosos se masturben con una cobertura fotográfica del certamen Miss Bum Bum.