Con la historia de Defensor Sporting y Huracán resuelta, entre hoy y mañana se decidirán los otros tres equipos que jugarán las semifinales de la Copa Sudamericana.

Hoy la jornada se abrirá a las 19.00 en el estadio Feliciano Cáceres de la ciudad de Luque, donde jugarán Sportivo Luqueño de Paraguay y Atlético Paranaense de Brasil. Esta llave es la única de los cuartos de final de la Sudamericana en la que no hay ningún uruguayo involucrado. La serie está en el umbral de una diferencia mínima para los brasileños, quienes la semana pasada ganaron en el partido de ida 1-0 en el Arena de Baixada de Curitiba. En esta serie hay un panorama idéntico al que vivieron ayer en lo previo los violetas y el globito, aunque en esta ocasión habrá que ver de qué lado cae la suerte.

La de hoy es una jornada continua, como las viejas matinés en los cines del barrio o el pueblo. Luego del duelo de primera hora será el turno para el actual campeón de la Su- damericana, River Plate, que a las 22.00 jugará como visitante ante Chapecoense de Brasil en el estadio Arena Conda de Chapecó, estado de Santa Catarina. Los millonarios, que ostentan la doble corona vigente como campeones de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, van a Brasil con buena ventaja, producto del encuentro ganado en el Monumental 3-1. Acaso ese gol de Chapecoense sea la esperanza de llegar a un 2-0 y meterse un poco más en la historia internacional del club. ¿Se puede?: difícil, si bien en el primer partido entre ambos el brasileño tuvo a mal traer al equipo de Marcelo Gallardo y de los nuestros, Camilo Mayada, Rodrigo Mora, Carlos Pato Sánchez y Tabaré Viudez.

En realidad, siga o no, para Chapecoense todo es historia escrita en esta primera participación internacional en un torneo organizado por la Confederación Sudamericana de Fútbol. El club surgió en 1973, producto de la fusión de otros dos equipos, Atlético Chapecó e Independiente. Desde su fundación jugó siempre el Campeonato Catarinense y ha pasado la mayor parte de su vida en el ascenso del fútbol nacional brasileño. En 2003 el club estuvo a punto de desaparecer, producto de muchos años de inestabilidad económica, pero se salvó tras los aportes de dos grandes empresas de Santa Catarina. Su gran ascenso fue a partir de 2010. Afianzado en su proceso, en 2012 logró el ascenso a la serie B del Brasileirão y al año siguiente se metió en la serie A. Hoy, curiosamente, vive y lucha por seguir en la Copa Sudamericana, pero peligra su permanencia en el máximo torneo brasileño, a pocas fechas del final. Ocupan el puesto 14 entre 20 clubes y bajan los últimos cuatro, por lo que todavía vive y lucha. Lo que sí parece disfrutar -aparte del lindo fútbol que ha desplegado- es reconocerse en el camino de lo que nunca tuvo e ir por más.

Mañana se definirá el último semifinalista, cuando Santa Fe de Bogotá reciba a Independiente de Avellaneda. Habrá uruguayos de los dos lados, aunque el favoritismo es para los cafeteros dirigidos por el floridense Gerardo Pelusso, que en el encuentro de ida ganaron 1-0 en el estadio Libertadores de América de Avellaneda. Así las cosas, las chances de clasificación están complicadas para el rojo, que hoy tendrá que jugar a 2.600 metros de altura sobre el nivel del mar en el siempre complicado Nemesio Camacho bogotano, ese que intimida más cuando lo llaman El Campín. En Independiente hoy será titular el Viruta Diego Vera, y el otro oriental que tiene chance de jugar desde el arranque es el Cebolla Cristian Rodríguez, que ya se recuperó de la distensión muscular que sufrió durante el partido que Uruguay le ganó a Bolivia en La Paz por las Eliminatorias. Además, en el plantel del rojo hay otros dos jugadores uruguayos, Diego Torito Rodríguez, ex volante de Defensor Sporting, que ya se ha recuperado de una rebelde lesión que lo tuvo largos meses fuera de las canchas, y el zaguero Mauricio Victorino.