El lunes el presidente Tabaré Vázquez partió en una gira que lo llevará a recorrer Francia y Japón, y, como indica la Constitución, transfirió el mando de forma interina a su vicepresidente, Raúl Sendic. En el gobierno quieren aprovechar esta ocasión para ensayar un eventual cuarto mandato consecutivo de la izquierda, “con Sendic en posición de presidente-monigote y Vázquez como el que verdaderamente manda”.

La gira ya generó las primeras repercusiones. Ayer varios portales de internet publicaron, basados en declaraciones de Rodolfo Nin Novoa, que Uruguay podría apoyar la coalición formada a instancias de Estados Unidos y Europa para combatir a Estado Islámico en Siria e Irak. Consultado al respecto, el ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, declaró: “Ahora que nos dieron el puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU, finalmente podemos terminar con esta farsa de los cascos azules e irnos a la guerra de verdad, que es lo que nos venía haciendo falta”. Fuentes de Presidencia de la República ya anunciaron que una eventual participación de Uruguay en la coalición no generaría gastos extra, ya que para financiarla se utilizaría el dinero que inicialmente estaba destinado al programa de refugiados de familias sirias, que será cancelado en forma definitiva. “Tenemos que sincerarnos y aceptar que trayendo tres o cuatro familias por año no vamos a tener un peso real en el conflicto. Pero si llegáramos a lanzar un bombardeo y tenemos la suerte de matar a algún integrante de Estados Islámico en lugar de asesinar civiles, como suele ocurrir en estas maniobras, nos ganaríamos el respeto de todo el mundo”.

De todas maneras, sobre la noche de ayer funcionarios de la cancillería salieron a aclarar que las declaraciones de Nin Novoa fueron malinterpretadas y no hay ninguna intención de participar en la coalición. “Es un delirio. Sería como si Tabaré Vázquez le pidiera ayuda a George Bush para pelear contra Argentina por el tema de las papeleras. Es una locura que no entra en la cabeza de nadie”.