Sin brillos, en un partido no muy bueno y en una tarde linda de Jardines del Hipódromo, Danubio consiguió su cuarta victoria en fila y esta recta final del Torneo Apertura lo tiene como uno de los protagonistas. El del sábado fue un nuevo triunfo ante Nacional, 2-0, con goles de Carlos Maravilla Grossmüller y Juan Manuel Olivera, dos artífices -de la casa- del momento danubiano, que empezó a cambiar después de la llegada de Luis González a la dirección técnica. Lamentablemente, a Jorge Castelli no le fue bien y fue reemplazado por González. Desde que éste llegó al primer equipo de Danubio logró muchos puntos, lo que le ha permitido al club salir del fondo de la tabla y ubicarse en la cuarta posición, con 20 unidades. Ahora, por lo menos, puede mirar de otra manera el futuro de la temporada, con dos fechas por delante y buenas perspectivas para el Torneo Clausura, que comenzará a jugarse en febrero del año que viene.

El del sábado fue un partido atípico, porque si bien la franja pegó esas dos veces que terminaron siendo determinantes para lograr el triunfo, Nacional tuvo chances para empatar el partido cuando iba perdiendo por un gol, o bien para descontar cuando la diferencia era de dos anotaciones.

En los dos inicios, como si hubiera estado planeado para sacar de combate a su rival, convirtió el equipo local: en el minuto 4, tras un contragolpe muy bueno, entre Grossmüller y el zaguero tricolor Diego Polenta mandaron la pelota al fondo de la red; en el minuto 2 del segundo tiempo apareció el goleador, el 19, Juan Manuel Olivera. El 2-0 fue mucho premio para la franja y demasiado castigo para Nacional, que quedó grogui y no pudo superar esa diferencia.

El momento justo

A los goles tempraneros de Danubio Nacional les sumó algunas nuevas malas. Entre semana había quedado descartado para jugar el Colorado Santiago Romero, y el sábado en Jardines debieron salir por lesiones el zaguero Sebastián Gorga e Iván Alonso, en la recta final del encuentro. Antes, cuando el partido todavía estaba vivo, algunas chances claras de Sebastián Fernández y Alonso se encontraron, cuando no terminaron por encima de los tres palos, con las manos del salteño Franco Torgnascioli.

La calidad de Grossmüller, la gran jugada y el desborde del sanducero Ignacio González para la apertura del marcador y el juego incansable de ir, e ir, e ir de Marcelo Saracchi fueron la clave de la victoria locataria.

Danubio, con 14 futbolistas de 18 que se presentaron en la cancha el sábado formados en su cantera, volvió a ganar y se prendió arriba. Si bien no le alcanza para pelear el torneo, sumó puntos que le permiten soñar con un futuro copero y, por qué no, con definir el Uruguayo a final de temporada. Además, recuperó jugadores de mucha clase, que permitieron al equipo dar un salto de calidad.

Los tricolores de Gustavo Munúa se perdieron la posibilidad de pasar de manera transitoria a Peñarol, o por lo menos de meterle presión, y mantuvieron una seguidilla negativa de 2 puntos conseguidos de 12 jugados en las últimas cuatro etapas.