El presidente Tabaré Vázquez hizo referencia ayer a la polémica desatada a raíz de la llegada de Uber, y aseguró que ese tema debería pasar a la órbita del Congreso de Intendentes. “Los jefes comunales de los 19 departamentos son las personas más idóneas para analizar este tema, y además son todos de lo más amigos de [José] Mujica, así que si les preocupa algo, que vayan a quejarse con él”, habría dicho Vázquez en una reunión con sus colaboradores más cercanos.
Mientras tanto, trabajadores y empresarios del taxi ya comenzaron a hablar de hacer mejoras al servicio que brindan, y hasta de una “autocrítica”, para competir con Uber. “Al final, Lacalle tenía razón: acá la única manera de sacudir la modorra de las burocracias públicas y privadas es dejar entrar al capitalismo salvaje para que arrase con todo. Pero, por otro lado, ¿cuáles eran nuestras opciones? ¿Tratar bien a los pasajeros? ¿Sacar el cambio de turno que va de las 13.00 a las 17.00? No es fácil”, declaró Óscar Dourado, presidente de la Patronal Única del Taxi.
Las empresas de transporte colectivo ven la llegada de Uber “con cierta distancia, pero con atención”, reconoció un directivo de CUTCSA. “Por ahora, no tenemos noticias de que haya aparecido en alguna parte del planeta algo que amenace nuestros intereses económicos. Pero si aparece, vamos a comenzar a evaluar la posibilidad de que las unidades pasen en hora y los choferes dejen de amenazar la vida de los pasajeros con su conducta irresponsable. Y lo vamos a hacer por lo menos 24 horas antes de que esa aplicación comience a funcionar en Uruguay, no sea cosa que la situación nos agarre desprevenidos”.
Consultado sobre este tema, el director del periódico El Observador, Ricardo Peirano, aseguró que piensa escribir un editorial sobre la llegada de Uber ni bien se le pase el “estado de éxtasis” en el que se encuentra sumido luego de la victoria de Mauricio Macri en Argentina.