El sábado en el estadio Olímpico, los hinchas de Rampla Juniors vivieron una de sus jornadas más memorables en mucho tiempo.

En medio de ascensos y descensos, de épocas de vacas flacas y de alguna alegría esporádica, el título obtenido el sábado, el de la primera fase del campeonato de la Segunda División Profesional, difícilmente pueda ser olvidado por algunos de los muchos que se hicieron presentes en el histórico feudo picapiedra.

Rampla comenzó el partido muy mal: al final del primer tiempo perdía 4-1 y en ese momento ni hasta el más optimista de los ramplenses imaginó que casi una hora y media después estarían celebrado una victoria 5-4, que obligará a los expertos en estadísticas a rastrear bastante para encontrar un antecedente similar, una remontada de tales características.

Luego del empate a 2 de la semana pasada en Melo, los arachanes pisaron fuerte en el Olímpico y de entrada comenzaron a pisotear las ilusiones de las pobladas tribunas ramplenses. Un triplete de Juan Ignacio Silvera, que anotó en los minutos 9, 24 y 35, más el anotado por Jonathan dos Santos a los 27, además del gol del descuento convertido por Gonzalo Sena a los 24, configuraron el 4-1 con el que finalizó el primer tiempo. La inesperada goleada de los arachanes sorprendió a todos, incluso al grueso de la hinchada visitante, que llegó a la cancha bien entrada esa primera parte.

A poco de comenzar el segundo tiempo, ambos se quedaron con diez jugadores, pero el resultado se mantendría inalterado hasta los 78, cuando comenzó la gran remontada ramplense con el descuento anotado por Adrián Leites. Casi enseguida, Gonzalo Sena puso el 4-3 y el clima en el Olímpico se empezó a encender. Pero a los 85 Rampla se quedó con nueve jugadores por la lesión de Mauricio Felipe, que se fue retirado de la cancha con una fractura de tibia. Como el equipo dirigido técnicamente por Gabriel Añón ya había hecho los tres cambios, quedó en inferioridad numérica, lo que le agregó un ingrediente adicional de épica al empate agónico que consiguió Pablo Pereira sobre la hora. El 4-4 con el que se cerró el partido condujo la definición al alargue, y a los 100 minutos de partido Cristian Olivera cerró el marcador con un gol que valió un campeonato para el viejo Rampla, que sufrió para poder pagar las deudas al comienzo de la temporada y ahora sabe que tendrá una chance extra para quedarse con uno de los tres ascensos en juego en la temporada de la B.

Tras la disputa de esta primera fase la divisional entrará en receso. Se estima que en marzo la acción volverá con la disputa de la segunda fase, que constará de una rueda todos contra todos. Habrá una Tabla Anual que sumará todos los puntos obtenidos en la temporada y determinará a los tres equipos que ascenderán, pero Rampla, por haber obtenido esta primera fase, sabe que si no está entre los tres equipos de arriba, podrá jugar un desempate contra el tercero.

El primer paso para el retorno a Primera División ya lo dio, y de una manera que perdurará para siempre en la mejor historia ramplense.