Desde hace varios años ANCAP acumula pérdidas por centenares de millones de dólares. “No es cuestión de poner excusas, pero el monopolio de la venta de combustibles no es negocio en ninguna parte del mundo. Además, con el problema del petróleo contrabandeado que vende Estado Islámico los precios se han distorsionado mucho. Para colmo, el primus se está usando cada vez menos”, aseguró un integrante del directorio del ente.
El lunes el presidente Tabaré Vázquez dejó entrever la posibilidad de que el gobierno recurra a una capitalización de ANCAP para solucionar sus problemas financieros. “Estamos manejando la posibilidad de que alguna empresa multinacional del rubro de los hidrocarburos, como Exxon o British Petroleum, aporte una cantidad de dinero y, a cambio de eso, se quede con todos los bienes de ANCAP, las licencias para operar, el logotipo y la nafta que haya en los depósitos de las estaciones de servicio al momento de la firma del contrato. Es una operación que en el mundo de los negocios se conoce como ‘venta’ y en ocasiones se usa para deshacerse de algo que perjudica más de lo que ayuda”.
Si bien la decisión de capitalizar el ente aún no ha sido tomada, fuentes del gobierno aseguraron que ya se contrató a un asesor financiero para trabajar en la operación. “Se le van a pagar siete millones de dólares por una semana de trabajo. No serían siete días, sino cinco, que es lo que se estila en estos casos. Se trata de una persona muy relacionada con el ambiente, ya que su tío abuelo tenía una estación de servicio”, aseguró un funcionario de Presidencia de la República. Si bien en el gobierno son conscientes de que las perspectivas de la economía uruguaya son “delicadas”, también creen que no se debería “escatimar en gastos” a la hora de solucionar el problema, ya que “a lo mejor, por pagar menos, terminamos con un problema más grande. De hecho, vino a ofrecerse gente para hacer ese mismo trabajo por cinco millones de dólares y la rechazamos, porque no somos pichis. ANCAP es una empresa seria”.