El partido que inauguró la tercera fecha por el hexagonal final del Sudamericano sub 20 tuvo como ganadora a la selección de Colombia. Los cafeteros vencieron a Perú 3-1 y llegaron a los 5 puntos en la tabla de posiciones. Los incaicos, sin nada en el casillero faltando dos fechas, no están eliminados, pero cada vez más se les acortan las chances de meterse en la Copa Mundial.

Si bien el juego fue ampliamente dominado por los colombianos, el marcador fue abierto por el goleador peruano Alexander Succar, de palomita a los 22 del primer tiempo, tras una buena jugada por la izquierda entre Jeremy Rostaing y Fernando Canales. Succar llegó a su cuarto gol en el torneo. Sin dormirse ni dejar pasar el tiempo, 2 minutos después de la apertura incaica, Jeison Lucumi quedó mano a mano ante el arquero Carlos Grados, definió arriba, inatajable, y puso el 1-1. Justo y merecido empate porque, sin brillar, Colombia era mejor que Perú. Cosa que ratificó cuando faltaban 6 minutos para el fin del primer tiempo, cuando Rafael Borré recibió en el área y metió el 2-1. Ya en el segundo tiempo, tras un buen momento peruano en busca del empate, se descolgó nuevamente Lucumi, y de media vuelta, clavó el definitivo 3-1. El volante de Colombia también llegó a 4 tantos en el campeonato.

Conviene repasar la alineación que dispuso el entrenador colombiano, Carlos Restrepo, futuro rival de la celeste el miércoles. El arquero es Álvaro Montero y es muy bueno; delante de él se armó una línea de cuatro con Luis Orejuela por la derecha, Juan Quintero, Davinson Sánchez en el centro y Jeison Angulo como lateral izquierdo; Andrés Tello y Luis Díaz fueron los volantes de marca, mientras que Jeison Lucumi y Jarlan Barrera -ya recuperado de la lesión ocular que le provocó el argentino Lucio Compagnucci, quien fue sancionado con tres fechas por el Tribunal de Disciplina de la Conmebol tras la denuncia colombiana-; arriba jugaron dos puntas, Rafael Borre y Juan Otero. Colombia tendrá el equipo completo, ya que recuperará a Brayan Rovira, suspendido por dos amarillas, y porque no contó con ninguna tarjeta en el partido de ayer. En la dinámica, los colombianos son lo que se ve: un equipo que genera mucho fútbol por su vocación de mantener la posesión de pelota, pero con problemas de eficacia a la hora de definir. Que no se despierten el miércoles que viene.

Clásicamente

Era un 0-0 clavado. Brasil y Argentina metieron más de lo que jugaron. Es un clásico, y estas cosas suceden a menudo. Hasta que, rápida y desde la nada -así como suceden las cosas inesperadas-, Maximiliano Rolón picó de izquierda hacia el centro y tomó el pase filtrado entre líneas para definir rastrero y poner el 1-0. Iban 41 minutos de la parte complementaria. 3 minutos más tarde, cuando parecía que ya no habría tiempo para más nada, Argentina aprovechó el envión anímico y conquistó el segundo gol por medio de Rodrigo Contreras. La ley dice que los clásicos se ganan, y poco importa cómo. En la hora se detuvo el juego porque se apagaron las dos torres de la tribuna,y decidieron terminar a media luz el minuto faltante.

Fue un encuentro jugado de cerca, raspado, físico y con demasiadas fricciones en el centro del campo. Brasil quizá intentó un poco más de fútbol con su clásico 4-3-3, inspirado en la habilidad de Kenedy y Marcos Guilherme, quienes jugaron como puntas intercambiables de un inamovible Thales como nueve de área. Bien Kenedy, que jugó permanentemente al fútbol maravilla, con enganches y firuletes siempre en favor de atacar y buscar profundidad. Pero, como siempre, no meterla en el arco es un problema. Tanto, que ni siquiera el goleador del torneo, el argentino Simeone, pudo hacerlo con el arquero vencido, y su definición defectuosa golpeó el travesaño. Claras no tuvo Brasil, salvo algún tiro de larga distancia que atajó bien el guardameta argentino.

La cuarta y penúltima fecha del hexagonal será el miércoles 4 en el Centenario, con los mismos horarios que hasta ahora. A primera hora jugarán Perú y Brasil, luego Argentina frente a Paraguay y al cierre irá la celeste contra Colombia.