Estás en el campo. Por si no lo recordabas, el humo por quema de malezas te lo hace saber, y es posible que uno pueda dudar si estás ante un partido de la Primera División. Cuando los 50 o 70 de la tribuna de enfrente, ya parados, alzan sus brazos para festejar el gol, el único del partido, tras el remate penal de Joel Burgueño, El Tanque Sisley empieza a sacarse de encima a Rentistas en la Anual y en el Clausura, y, a pesar de los pesares, queda en posición de copas internacionales. El Rentistas de Manolo Keosseian, que bregaba por quedar en el segundo lugar del Clausura, dio la pelea todo el tiempo, pero nunca pudo absorber la diferencia establecida en el segundo tiempo, cuando Hugo Soria tocó la pelota con su mano en el área y Burgueño venció al hijo del Chueco Perdomo, Stefano, desde los 12 pasos. Así es el fútbol, así es la vida.
El lugar del humo
Menos de 1 minuto de lectura