En su Parque Saroldi, el domingo de mañana el conjunto de la Aduana se reencontró con la victoria y ratificó su puesto de escolta en el Clausura. Es más, en determinado momento se ilusionó con ser el abanderado de un campeonato que reparte irregulares por todos lados: Danubio empataba con Cerro y Peñarol caía con Atenas de San Carlos. Después fue cuento conocido, de qué le vamos a hacer, y los resultados armaron la nueva escenografía. Lo cierto es que Guillermo Almada y su River Plate, a falta de seis fechas para el final, saca boletos de candidato.

El hombre-gol de la jornada fue Michael Santos, que marcó las dos conquistas del darsenero. El primero fue discutido. No por las dudas sobre el gol, un tiro bien ejecutado desde el punto penal, sino porque la jugada que precedió al 1-0 fue bastante polémica. El árbitro del encuentro, Fernando Falce, no dudó en pitar la falta cuando cayó Fernando Gorriarán. Los jugadores de Juventud de Las Piedras protestaron la incidencia, disconformes por la sanción impuesta, con el convencimiento de que no había existido infracción. Lo cierto es que Santos no perdonó desde los 11 pasos y puso una diferencia que se ajustaba más a lo visto en ese primer tiempo. Ya sobre el final, a falta de segundos para que se cumpliera el minuto 45, el delantero aprovechó el envío del lateral Claudio Herrera y definió con el pie izquierdo.

Hecha la diferencia y luego de la charla y los ajustes técnico-tácticos en el entretiempo, el segundo tiempo fue diferente. Con más paridad, si se quiere, aunque los de Almada parecieron controlar el partido a grandes rasgos. Agustín Ale y Cristian Kily González estuvieron seguros en la zona central de la defensa, bien contenidos por el brasileño Gabriel Marques y Ángel Rodríguez, que son un doble cinco efectivo y versátil en el desdoblamiento entre defensa y ataque. Por los goles y por la movilidad el mejor fue Michael Santos, bien acompañado por Santiago García en la delantera. El Morro podría haber marcado en alguna situación que le quedó, pero Fabián Carini lo impidió. Además de esa, el arquero de los pedrenses jugó un gran encuentro bajo los tres palos y fue fundamental cuando el juego estaba igualado.

Juventud de Las Piedras no repitió sus buenas actuaciones del Clausura y eso le pesó. Al igual que el darsenero, el equipo de Jorge Giordano tenía la posibilidad de asaltar la punta de la tabla si ganaba. Una especie de premio, si se quiere, a la constancia en los rendimientos y la acumulación de puntos que lo llevan a mirar para arriba justamente por la acción contraria: Juventud mira hacia abajo; ahí está su pelea. En la lucha por no descender le lleva seis puntos de distancia a Rampla Juniors, tercero entre los que se irían a Segunda División, y siete a Cerro. Para colmo de males, la próxima jornada será juez y parte: recibirá en el Parque Artigas al líder Danubio. Sumar le puede descomprimir la situación en el descenso, lo mismo que reubicar la ilusión entre los que buscan el Clausura. Quién te dice.