Con el partido que jugarán mañana Wanderers y Fénix a las 15.30 en el Parque Viera se completará la novena etapa del Torneo Clausura, que comenzó a transitarse el fin de semana. El duelo entre bohemios y capurrenses, pospuesto por la actividad internacional de los primeros, cerrará una etapa que desencadenó cambios en todas las tablas de posiciones del Campeonato Uruguayo.

Si bien todavía faltan seis partidos y tiene chances matemáticas de salvarse, la situación de Tacuarembó en el descenso es muy comprometida y debería ocurrir un milagro deportivo para que los rojiblancos evitaran jugar en la Segunda División la próxima temporada.

El equipo dirigido por Jorge Castelli no está teniendo una mala campaña en el Clausura, pero su preocupante posición en el descenso refleja los malos pasos de tiempos anteriores. Ayer igualaron 1-1 en el Estadio Campeones Olímpicos de Florida con El Tanque Sisley, que aunque por ahora está fuera de la zona de descenso tampoco tiene mucho margen para descuidarse. Un dato curioso del duelo fue que Juan Pablo Péndola fue el autor de los dos goles: el primero en contra, en favor de los visitantes, a los 7 minutos de juego, tras una jugada protagonizada por el delantero tacuaremboense Aldo Díaz. Pero en el segundo tiempo llegó el tiempo de la redención para Péndola, que marcó el tanto del empate a los 69 minutos.

El otro partido de la fecha que se jugó en el interior se celebró el sábado de tarde en el Casto Martínez Laguarda de San José, donde tuvo lugar el empate sin goles entre Sud América y Defensor Sporting. El punto les cayó mejor a los naranjas que a los violetas, que se perdieron una preciosa oportunidad de arrimar el bochín en el Clausura. El arquero de la IASA, el Perro Javier Irazún, le atajó un penal a Andrés Scotti a los 45 minutos de juego, en la que fue la chance más clara para desnivelar el marcador.