Con la tarde crecidita y el partido empatado, Ramos miró al banco y llamó a Balboa, que no podía tener otro apodo que Rocky y pegó con mano de piedra ni bien encontró espacio para filtrarse entre los zagueros albicelestes. Trabajando el partido y con justicia, Danubio le ganó a Cerro 1-0 en Jardines y quedó solo en el primer lugar que desde la semana pasada compartía con Peñarol.

El juvenil apenas demoró cuatro minutos en romperle el arco a Fuentes, el buen arquero de Cerro, que no pudo detener un potente remate que se le coló entre las piernas. Antes, maniobró con potencia y destreza para dejar por el camino a sus marcadores. Con esa actitud, aportó la vibra que a Danubio le faltaba cancha arriba. Allí donde Fornaroli deja la vida peleando pero también se desgasta y donde Castro a veces pesa poco: el argentino fue quien dejó su lugar cuando entró la cara nueva.

La franja precisaba culminación. El resto estaba. Desde el tramo final del primer tiempo dominaba el territorio y jugaba con paciencia en suelo cerrense. Falero, el técnico albiceleste, abrió el complemento con un cambio defensivo: el volante marcador Brum por Regueiro. El equipo quedó muy retrasado y renunció al entendimiento de Marito con Silveira, de buenos 25 minutos iniciales jugando en sociedad. Antes del gol decisivo, tres anuncios franjeados confirmaron que el partido era otro: un cabezazo de Cristian González, una gran jugada de Graví y un remate de Ignacio González. Sí, maduraba el knock out.

Cerro, que cambió especialmente su esquema habitual para este partido y abrió el juego con tres atrás, obligado a desvestirse volvió al sistema madre. El DT sacó a un zaguero y puso a Boghossian para irse a buscar el empate y combatir los calores de una tabla del descenso en la que quedó penúltimo. Pero el armenio pesó poco, y a esa altura Silveira ya no era el mismo. Pese a las torres, los máximos peligros albicelestes fueron remates de distancia a cargo de Hernández, que tras un comienzo entreverado terminó siendo el más rendidor. Ramos apeló a Viana para trabar el trámite y resignó a Ignacio González: sin llegar a pagar lo que Falero al poner a Brum, el cuadro por un momento perdió posesión y se tiró demasiado atrás. Aun así, corrió la cancha en contragolpes que hicieron pensar que el 2-0 era más viable que el 1-1. También en ese tramo Fuentes fue más exigido que el siempre seguro Torgnascioli.

Pese al logro, la interna danubiana ardió tras el pitazo final: luego de emprenderla contra un hincha que lo había insultado, el técnico Ramos se tomó a golpes con Raúl Ratón Píriz, el jefe de seguridad del club. El DT reaccionó porque el funcionario agredió a Ruben Pipa Rodríguez, que integra su cuerpo técnico como entrenador de arqueros, mientras éste intercedía durante el problema con el parcial. Hechos que vuelven a poner la lupa sobre los criterios empleados por los clubes para manejar la seguridad y que usualmente no se asocian a tardes tan buenas como la de ayer. Buenas y pugilísticas.

Detalles

Danubio (1): Torgnascioli (futuro); C González, J Pereyra y Ricca; Formiliano (72' Viana) (chip defensivo); Graví, H Pereira (88' Ghan), I González (sí) y L Sosa (gusta); y Fornaroli y M Castro (bajo) (62' Balboa) (¡colgalo!). DT: Leonardo Ramos.

Cerro (0): Fuentes (figura); Techera (69' Boghossian) (no pudo: 4-4-2), W Martínez y Canosa; Ravecca (de 8 y de 4), De Oliveira y Lucas Hernández (63' S Dorrego) (de 10 y de 6); A Hernández (intentó) y Tancredi; y Regueiro (46' A Brum) (3-4-2-1) y Silveira (de + a -). DT: Miguel Falero.

Gol: 66' Balboa (D).