Dos encuentros importantes mirando la tabla del descenso se disputaron entre la tarde sabatina y la mañana dominical. Los albivioletas vencieron a Atenas en el Capurro 3-2, salieron de la última posición del Clausura, y superaron por una unidad a El Tanque Sisley, que en Las Piedras igualó con Juventud 1-1.

La mañana del domingo se presentó preciosa en el Parque Artigas. El sol caía suavemente sobre las tribunas cuando el partido se inició. Juventud salió al campo de juego con resultado visto, sabiendo que si ganaba quedaba en la cima del Clausura junto a Peñarol y Danubio, a la espera de lo que hiciera River Plate por la tarde. El Tanque Sisley, con Julio César Antúnez en el banco de suplentes, buscaba sumar para la complicada tabla del descenso. En un encuentro que fue muy defensivo en la primera mitad, el marcador se abrió con un tiro libre. El envío desde la izquierda del ataque visitante llegó a la cabeza de Miguel Murillo, que sorprendió a la defensa local ingresando por el segundo palo para poner el primer tanto de la mañana.

Fue Gastón Puerari el que empató el marcador cuando tomó el balón de frente al arco y le pegó cruzado, para concretar un bonito tanto. Empate y todo abierto para los minutos siguientes. El transcurso del cotejo parecía cambiar cuando Juan Surraco se hizo expulsar de manera poco creíble en el cierre mismo de la primera mitad, tras un golpe a un rival.

Juventud no pudo aprovechar el hecho de tener un futbolista más que su rival. Apenas un cabezazo de Cristian Palacios en el inicio del complemento fue lo mejor. La visita se cerró bien atrás y las ideas pedrenses no llegaron. El Malaka Martínez ingresó pero volvió a salir lesionado.

Juventud también terminó con diez hombres, por la expulsión de Rodrigo Cabrera, y se fueron con un punto por bando.

La danza del agua

Los capurrenses del Centro Atlético Fénix lograron un triunfo 3-2 fundamental ante Atenas en el peor momento de la temporada. Era una final. Fue jugada como lo que era. Pierna fuerte, cabeza levantada, pecho inflado y a ganar. Es que el equipo de Rosario Martínez llegaba a la tarde sabatina muy comprometido con el puntaje en la tabla del descenso. Llegó a 64 unidades en la tabla a la que todos le temen, mantuvo -y en algunos casos estiró- la diferencia con los que tenía abajo y alcanzó a su rival del sábado, Atenas. Lo de los negros de San Carlos es diferente a la realidad albivioleta; la gran campaña del histórico club de la Organización del Fútbol del Interior en esta temporada, en la que ascendió siendo vicecampeón de la B, le está dando la oportunidad de, con la suma de algunos puntos más, zafar del descenso y pugnar por un lugar en algún torneo internacional. El primer tiempo, luchado, parejo y con poco peligro en las áreas, excepto por un cabezazo que estrelló en el palo Facundo Perazza, no daba para mucho. Pero sobre la hora llegó el gol de Fénix: una jugada entreverada, un centro desde la izquierda, y la definición HD del canadiense Lucas Cavallini -media tijera desde el piso- puso el 1-0 y al vestuario. El segundo tiempo no dio respiro. Empató Atenas por intermedio del volante sanducero y goleador Michel Acosta, de cabeza y al primer palo. Después Lea Sosa tuvo el segundo para los de San Carlos con un tremendo remate en el travesaño, pero no pudo ser. Y vino el segundo de Fénix, también de cabeza, en este caso con una palomita de Martín Ligüera, que aprovechó una floja reacción de Méndez con rebote incluido y la mandó a guardar. Al toque lo volvió a empatar Atenas por intermedio del delantero de Juanicó, Facundo Perazza, que cambió penal por gol. Cuando pintaba para que se repartieran los puntos llegó una contra tremenda del panameño Cecilio Waterman, que enloqueció a los defensas toda la tarde, por la izquierda y por la derecha. El tercero y los tres puntos llegaron con un ataque espectacular del delantero y un remate fuerte, cruzado, inatajable, para la alegría del barrio entero.

El equipo de Rosario Martínez, el sábado, cumplió con la premisa de La Vela Puerca: “Cuando todo parece jodido es cuando hay que poner”.