Los finalistas de la temporada 2014-2015 del básquetbol uruguayo se volverán a enfrentar mañana a las 21.15, con las cosas igualadas en uno. El campeón mostró toda su jerarquía en la noche del viernes. Arrancó la segunda final muy enchufado y tras una asistencia de Federico Bavosi para la conversión del estadounidense Kennedy Winston, Malvín sacó 7 unidades a falta de 35 segundos para que finalizara el primer cuarto. La defensa azul estuvo sólida, permitiendo solamente 13 tantos en 10 minutos. El doble de Reque Newsome a los 8 minutos del segundo chico estiró a 10 la ventaja, pero Trouville reaccionó y puso un parcial de 13-0 para pasar. En ese lapso estuvieron encendidos Joaquín Izuibejeres y el venezolano Néstor Colmenares, que se combinaron para mostrar lo mejor de los rojos en la noche. Eso hizo que el primer tiempo se fuera con apenas un punto de diferencia en el score. Pero en los últimos tres minutos del tercer cuarto, Malvín otra vez apretó el acelerador y sacó 10 para encarar el desenlace con mayor tranquilidad. La T de Pocitos se desdibujó y sólo pudo ver cómo el elenco de Pablo López sacaba más ventaja, que terminó siendo de 23 (79-56).

Historia reciente y de la otra

Es inevitable -cuando la definición de un torneo está en plena disputa- recordar algunos números e historias que hacen a los dos equipos protagonistas. Una situación curiosa se da en Trouville. En 1973, Daniel Bascou y Roberto Izuibejeres integraron el plantel que llegó a la final del Torneo Federal de ese año, y ahora son sus hijos los que están adentro de la cancha. El quinteto inicial de aquel conjunto rojo que jugó la definición iniciaba con Arturo Larriera, Mahoma Wenzel, Alejandro Nin, Bocha Caresani y Otto Luhers. Bascou era uno de los más jóvenes de aquel plantel, que perdió el título ante Peñarol en una final que es muy recordada por los que tuvieron la chance de vivirla, debido a la última jugada del partido.

Dicen las crónicas que con el encuentro igualado y a falta de nada más que un segundo, Peñarol tenía que sacar de la mitad de la cancha; la pelota la recibió Germán Haller, quien lanzó pero sin buena puntería, por lo que generó un rebote ofensivo que fue tomado por el Bandido Bianchi, que terminó anotando el tanto decisivo. Claro, que haya sucedido todo esto en un segundo es difícil de creer, y muchas son las historias que hay en relación a esta final recordada hasta el día de hoy.

La historia de Malvín y Pablo López es espectacular. El entrenador está disputando su octava final desde que llegó a Primera en 2003, cuando comenzó su destacado camino al mando de Paysandú Basket-Ball Club. Con el elenco sanducero cayó ante Sporting en la serie final, que tuvo un cierre con decisiones arbitrales que perjudicaron claramente a los hombres del interior. En 2004 nuevamente Paysandú estuvo definiendo, pero en este caso Salto Uruguay fue el vencedor.

Luego López llegó a Malvín y en su primera temporada festejó. Fue en 2006, cuando derrotó a Biguá 3-1. Y vendrían más: de los últimos seis torneos llegó a cinco finales, contando la que está en juego. En 2009 cayó ante Defensor Sporting, que tenía como figura al estadounidense Robby Collum; en 2010-2011 volvió a levantar la copa tras superar nuevamente a Biguá, ganando en toda la temporada 33 juegos de 48 disputados; en 2011-2012 cayó ante Hebraica y Macabi en la final y en 2012-2013 fue eliminado en la semifinal por el Aguada campeón de Leandro García Morales. En el campeonato que se inició en 2013 y finalizó en 2014, alcanzó su tercera consagración tras ganarle a Defensor Sporting de manera categórica 4-1.