El playero está 3-1 arriba y tiene todo para ganar su cuarto título de Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB). Ha sido superior a Trouville en esta serie decisiva, va ganando 3-1 y hoy, cuando se vuelvan a enfrentar en el Palacio Peñarol a las 21.15, buscará el triunfo que liquide la temporada 2014-2015. Con Pablo López como entrenador y Fernando Martínez como referente dentro del plantel de jugadores, los azules son los mejores en la historia de la LUB, con tres conquistas y varias definiciones más.

Ya se habla de vuelta olímpica y de entrega de copa, pero hay que esperar. Los rojos de Pocitos demostraron en la última presentación que no se dieron por vencidos y estuvieron muy cerca de la victoria. Ahora los dirigidos por Álvaro Tito no tienen margen de error, deben ganar para seguir compitiendo, y obtener tres éxitos al hilo para ser campeones. Su fuerte juego interno los ha llevado muy lejos en este campeonato y por momentos es lo que los mantiene con vida. En la cuarta final Trouville capturó 23 rebotes ofensivos, 16 de ellos entre Néstor Colmenares y Kevin Young. Malvín deberá cuidar y mucho ese aspecto, teniendo en cuenta que le permite a su rival muchas más posesiones.

La defensa en primera línea de los rojos es muy importante por su presión y porque le quita segundos a Malvín a la hora de armar las ofensivas. Además, será fundamental cómo neutralicen el pick central, una situación muy bien explotada por todos los armadores playeros, Federico Bavosi, Germán Silvarrey y Martínez, y desde el cual generan decenas de tiros favorables.

Sin lugar a dudas, los muchachos de Pocitos pueden ganar y tienen armas. Así se ha visto. Ganaron el primer juego y estuvieron muy cerca el fin de semana. No se pueden permitir muchos errores, teniendo en cuenta la instancia que están disputando y el equipo que tienen del otro lado, el actual campeón, el que tiene los mejores jugadores y el que más ha invertido para llegar a la cima del podio.

Malvín sabe que está a un pasito pero no se puede descuidar. Tiene que seguir con la mentalidad fuerte, algo que seguramente sea así, teniendo en cuenta la calidad de sus jugadores y la costumbre de disputar estas finales. Hoy puede haber campeón. Un equipo quiere cerrar con festejo el año basquetbolístico, otro intentará seguir en esta pugna. Con entradas agotadas y un Palacio colmado, la pelota irá al aire a las 21.15, en una noche que seguirá con el espectáculo de color de los anteriores encuentros. Hagan juegos, señores.