Hay tres formas de clasificarse para jugar la Copa Nacional de Clubes. La primera y la más lógica es que los equipos se ganan ese derecho por las actuaciones deportivas en sus respectivas ligas. La segunda es una suerte de premio: se invita a las instituciones que durante el año cumplan 100 años de vida. La tercera, como reconocimiento a la campaña de la edición anterior de la copa, en este caso a los semifinalistas de 2014. La gran mayoría de los involucrados decide no faltar a la cita y confirma su interés por jugar. Otros, los menos, deciden bajarse por diversas razones, que van desde las de índole económica hasta el mero desinterés. Fueron 15 los clubes que decidieron no jugar. A saber (antes de pasar a los que sí participan): Nacional de Melo, Ferroviario de Río Branco, Nacional de Pirarajá (localidad de 713 habitantes en el departamento de Lavalleja), Real Hervido de Fray Bentos, Peñarol de Rivera, Salto Uruguay y El Tanque, ambos de Salto, Peñarol y Túnel de Mercedes, Wanderers y Progreso, tacuaremboenses los dos, y Wanderers de San Gregorio de Polanco; todos ellos declinaron su participación tras haberla logrado deportivamente en sus respectivos torneos locales. Además, tres fueron los equipos que rechazaron la invitación por cumplir un siglo de existencia: Uruguay de Bella Unión, Peñarol de Tacuarembó y Colón de Paso de los Toros. Y sucedió otro hecho que dejó clubes por el camino: Los sectores Interior de Rivera (Corrales, Tranqueras y Vichadero) y Rocha (Castillos, Chuy y Lascano) no disputaron eliminatorias, por lo que, si bien ambos tenían dos cupos, éstos nunca se definieron. De todas esas ligas sólo se inscribió el campeón de Castillos, Nacional.

El resto está en la cancha. Peñarol de Salto, Lavalleja de Minas, Nacional de Salto y Peñarol de Trinidad cumplieron (o cumplirán, Nacional el 15 de mayo y Peñarol de Trinidad el 19 de junio) su centenario y ya movieron la pelota en las dos fechas jugadas. De los semifinalistas del año pasado, Wanderers de Artigas, San Carlos e Ituzaingó de Punta del Este clasificaron tanto por invitación como por su desempeño en los respectivos torneos domésticos. El dato curioso es que Central de San José, actual campeón de OFI, está para defender su título, aunque no pudo alcanzar esa chance tras competir en el torneo maragato. Una cosa similar a como se hacía antes en los mundiales de fútbol: el campeón anterior jugaba sí o sí, además del locatario.

El otro caso peculiar es el de Peñarol salteño, que se ha convertido en el primer club de una tercera categoría departamental que participa en este gran campeonato. El aurinegro salteño juega en la C de la Liga de Salto y, como está dicho, participa en este torneo invitado por su centenario.

En resumidas cuentas -inspire aire para mencionarlos a todos de un tirón- los equipos para la edición número 12 de la Copa Nacional de Clubes son: Wanderers, San Eugenio y Pirata Juniors, todos de Artigas, más el Santa Rosa de Bella Unión; Libertad de Canelones, Progreso de Estación Atlántida, Vida Nueva de San Bautista, Melo Wanderers de Melo, El General de Colonia, Nacional de Nueva Helvecia, Peñarol de Ombúes de Lavalle, Unión de Cardona, Santa Bernardina y Racing, ambos de Durazno, Sarandí de Sarandí del Yi, el citado Peñarol de Trinidad, junto a otras dos instituciones de la capital de Flores, Porongos e Independiente (¡qué clásico!); por Florida están Nacional y Avenida, El Inca es de Casupá y Plaza de Sarandí Grande, el centenario Lavalleja de Minas participa junto a los también minuanos Nacional y Sportivo Minas, además de Independiente de Batlle y Ordóñez; ya hablamos del carolino San Carlos e Ituzaingó de Punta del Este, a los que se suman del departamento de Maldonado los capitalinos Atlético Fernandino y Barrio Rivera 33, más Piriápolis; otro dato llamativo: si bien está inscripto por Canelones, juega la Copa Nacional el club Juventud Melilla de Estación Melilla, o sea, un club que es de Montevideo. Sigue la lista: 18 de Julio de Porvenir (localidad sanducera), Bella Vista de Paysandú, Nacional de Guichón, Laureles de Fray Bentos, San Lorenzo y Ferrocarril, los dos de Young, Lavalleja de Rivera, Tabaré y River Plate de Rocha, Nacional de Castillos, los mencionados Nacional y Peñarol de Salto, Universitario, también salteño, San José de Rincón de Valentín (pueblo ubicado al centro del departamento de Salto y donde habitan 481 personas); el campeón Central de San José, los también maragatos Río Negro y Universal, San Rafael de Rafael Perazza, Juventud Unida de Libertad, Polancos de Nueva Palmira, Libertad de Dolores, Libertad de Paso de los Toros, los rivales y hermanos San Lorenzo y Huracán de Treinta y Tres, y San Jorge de Cerro Chato.

La camiseta es su dios

Los 19 departamentos están en la Copa Nacional; el nombre del torneo queda más que justificado con esta edición. A ojo de buen cubero -mas no el ojo del amo, que engorda el ganado-, son más de 1.300 los futbolistas que andarán por las diversas canchas del país. Esa cantidad seguramente se amplíe con el devenir de los partidos, y puede llegar al millar y medio de hombres vestidos para ganar.

Si bien puede que llame la atención, no hay ningún equipo de las capitales de Soriano y Tacuarembó. De todas formas, es algo que ocurre a menudo: sin ir más lejos, el año pasado no jugó ninguna institución de Paysandú. Con la mirada contraria, salta a la vista que los departamentos que más clubes aportaron en esta edición son Maldonado y San José, ambos con cinco clubes entre ligas de los sectores Interior o Capital. Rivera, Melo y Paso de los Toros tienen un conjunto cada uno en la Champions League del interior.

La globa, guinda, el cuero, corre y correrá por todo el territorio nacional de punta a punta, ya que, como dijimos, están representados los 19 departamentos, con las 41 ciudades y pueblos donde hay canchas donde está en juego la copa: Artigas, Bella Unión, Canelones, Montevideo (Estación Melilla), Estación Atlántida, San Bautista, Melo, Colonia, Nueva Helvecia, Ombúes de Lavalle, Cardona, Durazno, Sarandí del Yi, Trinidad, Florida, Casupá, Sarandí Grande, Minas, Batlle y Ordóñez, San Carlos, Punta del Este, Maldonado, Piriápolis, Porvenir, Paysandú, Guichón, Fray Bentos, Young, Rivera, Rocha, Castillos, Salto, Rincón de Valentín, San José, Rafael Perazza, Libertad, Nueva Palmira, Dolores, Paso de los Toros, Treinta y Tres y Cerro Chato.

Hay un nombre que sobresale del resto en repeticiones y gana por goleada. Es Nacional: son seis los clubes que así se llaman y pertenecen a Nueva Helvecia, Florida, Minas, Salto, Guichón y Castillos. Detrás de las camisetas tricolores se sitúan las tres aurinegras: de Ombúes de Lavalle, de Trinidad y el carbonero de Salto. Con dos equipos con el mismo nombre repiten Wanderers (Artigas y Melo), Independiente (Trinidad y Batlle y Ordóñez), Lavalleja (Minas y Rivera) y Libertad (Paso de los Toros y Canelones), mientras que con uno son el resto de los 53 clubes.

Encantado, mucho gusto

Hay tres instituciones que conocen el sabor de esta clase de campeonatos por primera vez en la historia: 18 de Julio de Porvenir, San José de Rincón de Valentín y Libertad de Paso de los Toros. Si bien ya andarán en un futuro no muy lejano los Gauchos Patones en la búsqueda de esas historias, hay cosas que se pueden dar a manera de adelanto.

Coincidentemente, 18 de Julio y San José ganaron sus primeros partidos en la segunda fecha, a Peñarol de Salto (3-0) y Santa Rosa de Bella Unión (3-1), respectivamente. En la misma línea va el equipo isabelino, que lidera el grupo J junto a Independiente de Trinidad con un partido ganado y el otro empatado.

Si de pilchas hablamos, es preciso decir que 18 de Julio viste camiseta a rayas verticales azules y blancas, con pantalón azul y medias azules. Fue increíble pero verdadero cuando debutó de local: aproximadamente 500 personas asistieron al estadio Municipal, casi la mitad de la población. Los otros dos equipos van con aires de extranjeros: San José usa vestimenta similar a la de Boca Juniors argentino, mientras que Libertad se parece mucho al San Pablo de Brasil. Es posible creer, aunque quizá no sea más que un mito que acabamos de crear, que los colores de San José y Libertad con equipamientos idénticos a los de un grande argentino y otro brasileño tengan que ver con la accesibilidad a precios más baratos cruzando el río Uruguay o trayendo un bagayito de Sant’Ana do Livramento.

Hay que prestar atención al desarrollo de la segunda fase: lo que allí suceda será relevante para el futuro. Los 16 equipos clasificados a octavos de final disputarán en 2016 una nueva competencia, aparte de la Copa de Clubes Campeones, y no serán elegibles para participar en ésta en la siguiente temporada. En caso de clasificar, dejarán su lugar al club que les siga en su respectivo sector o liga.

Pasarán los clubes que logren ubicarse en los dos puestos de arriba de cada serie. Para la segunda fase ya están los cruces establecidos, que serán entre los primeros y segundos de los grupos A con B, C con D, E con F, G con H, I con J, K con L, M con N, y O con P.