Lola Moreira solamente fue superada por Paige Railey, estadounidense a la que en la previa consideraba muy difícil de vencer, según dijo a la diaria antes del inicio de estos Juegos. Moreira resaltó que su objetivo era el de clasificarse a los Juegos Olímpicos. A medida que pasaron las regatas, la realidad se topó con las expectativas: si quería clasificarse a Río de Janeiro, era casi necesario que obtuviera una medalla. La batalla mano a mano fue con la representante de Argentina, Lucía Falasca. En la última regata clasificatoria fue ella quien pasó por encima de Lola y se trepó al tercer puesto del ranking. Cuatro puntos de diferencia obligaban a la uruguaya a superarla por dos posiciones. La albiceleste solamente tenía que mantenerse detrás de Lola y tendría su clasificación olímpica asegurada, y seguramente también el bronce. Gustavo Coll, jefe de misión de la delegación uruguaya y dirigente de vela, explicó que, según su visión de la carrera, la argentina salió a buscar la medalla de plata y en la primera maniobra quedó en lucha con la brasileña por el costado derecho del recorrido. El viento favoreció a Lola, que aprovechó el flanco izquierdo y se colocó en las primeras posiciones. A la postre, ese inicio marcaría definitivamente la regata, ya que Brasil terminó sexto y Argentina octavo.

La uruguaya estuvo muy cerca de ganar la regata final, pero el bote de Trinidad y Tobago consiguió superarla en la última maniobra. De cualquier modo, esa caída de un puesto no le impidió pasar a la argentina e igualar en puntos a la brasileña. Ante esa igualdad, el desempate se resolvió para la competidora con mejor posicionamiento en la medal race; ésa fue Lola Moreira, que completó una jornada soñada. La promesa uruguaya de la vela suma su primera medalla de esta importancia en su currículum. El año pasado había sido la mejor sudamericana en el Mundial de Santander y estuvo a un punto de entrar a los Juegos Olímpicos. Este año, en Toronto, repitió la gesta de ser la mejor sudamericana. Con eso bastó para asegurarse su cupo en Río de Janeiro. Además, la joven Dolores tiene en su historial una participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud el año pasado, en Nanjing, China. En aquella competencia fue la abanderada de la delegación uruguaya, al igual que en esta oportunidad. Recordemos que, debido al retraso del vuelo de la atleta Déborah Rodríguez, fue Moreira quien portó la bandera.

Fuera de control

La participación de Lola Moreira en estos Juegos no estuvo exenta de una cuota de dramatismo. La navegante llegó a Toronto el miércoles 8 de julio. Esa jornada fue de gran preocupación para la deportista, ya que al recoger sus cosas notó que faltaba parte del equipamiento de su barco. Aquella tarde se mostró preocupada, a la espera de que los implementos necesarios para entrenar y competir llegaran lo más pronto posible. Sin embargo, sus cosas nunca llegaron y tuvo que entrenar y competir con elementos prestados. Lo que le faltó a la medallista fue el timonel del bote, y encontrada la solución, tuvo que completar la competencia con uno prestado.

Además, luego de alcanzar una gran regularidad durante las primeras diez regatas, la uruguaya tuvo una floja participación el viernes, cuando terminó en 10º y 11º lugar, lo que le costó la pérdida de posiciones. Por suerte, los errores estratégicos de la argentina y la gran actuación de ella le permitieron revertir esto en el día decisivo.

Sin embargo, no todas fueron pálidas. Por el contrario, la gran alegría para esta adolescente se gestó desde el inicio de la competencia. En la primera regata, Lola obtuvo una victoria y comenzó con buen pie. La segunda fue exactamente lo opuesto: fue descalificada por una denuncia. Moreira volvió a ganar otra regata, la octava y casi repite la gesta en la más importante, la medal race. Dolores Moreira ya tiene una medalla colgada en su cuello y además estará en Río de Janeiro 2016 antes de cumplir la mayoría de edad. Esta jovencita es promesa de gran futuro, pero sobre todo, y lo más importante, consiguió la confirmación de un excelente presente.

Cuatro consecutivas

La vela se convirtió en este siglo en el deporte que mejor representa a Uruguay en competencias internacionales polideportivas. A la participación de Alejandro Foglia, que ganó la medal race y obtuvo diploma olímpico en Londres 2012, se suma ahora la medalla de Moreira. Es la primera en estos Panamericanos para Uruguay, y podría ser la única. Además, este deporte obtuvo medallas en las últimas tres ediciones de los Panamericanos. Es, por lo tanto, la cuarta edición consecutiva en la que Uruguay se retirará con alguna medalla en vela. Este deporte acuático es ahora el tercero con más medallas en la historia de Uruguay en los Panamericanos. Con ocho obtenidas (tres de plata y cinco de bronce) la particularidad es que la celeste nunca alcanzó una de oro. El medallero por deporte lo encabezan el ciclismo con 18 (cinco oros, seis platas, siete bronces) y el remo con 11 (tres, tres, cinco).