Un gol convertido desde exactamente el centro de la cancha, o sea, a más de 50 metros, no es normal en ningún partido de fútbol. Menos si es en una final y mucho menos aún si corren apenas 14 minutos del partido definitorio de una Copa del Mundo y el tanteador queda en 4-0.

Eso sucedió el domingo en Vancouver, Canadá, cuando se disputó la final de la Copa del Mundo de fútbol femenino entre las selecciones de Estados Unidos y de Japón. Pero, además, ese gol a los 14 no fue un relámpago en cielo calmo; todo lo contrario, en tanto las sorpresas se fueron acumulando con una demostración contundente de la selección americana.

El primer golpe fue convertido apenas a los 2 minutos. Un tiro de esquina desde la derecha en disparo rastrero que llegó rápido a la zona media del área y allí fue conectado por Carli Lloyd, la número diez, que llegó en carrera en un brutal anticipo de ataque y pegó con el lado externo del pie izquierdo.

A esta altura, se debería dejar en claro que el partido que se reseña finalizó 5-2 a favor de Estados Unidos y que hubo un atisbo de reacción hubo en las japonesas, pero existieron más sorpresas y muy rápidas en el andar del partido.

Ya a los 4 minutos se convirtió el segundo gol, otra vez con participación estelar de Lloyd, jugadora de 32 años. Otra vez el envío vino desde la derecha, esta vez por un tiro libre, hubo varios rebotes y tocó para el gol la número 10. A los 13 una defensa japonesa, muy apremiada, cabeceó mal una pelota, que subió varios metros y, al bajar, encontró el empeine de la volante Holiday y fue directo a la red: 3-0.

Sólo un minuto más y llegó el cuarto gol: el que fue contado en el principio. El tiro desde el centro de la cancha que se convertiría en el tercero de Lloyd encontró a la golera japonesa, Kahori, un metro delante del punto penal, y su marcha atrás desesperada no le alcanzó más que para tocar la pelota, que terminó dentro del arco.

Ahí ya estaba definido el campeón del mundo. Estados Unidos había ganado por nocaut.

El partido siguió. A los 17, por primera vez Estados Unidos tiró al arco sin que fuera gol. Fue un cabezazo de Lloyd. A los 26 descontó Japón. Se acomodó bien en el área la 17, Ogimi, y buscó el ángulo sin que la golera Hope Solo llegara a atajar. El primer tiempo terminó 4-1 y el entrenador japonés hizo dos cambios antes, uno de ellos, el primero, dio entrada a Homare Sawa, jugadora casi legendaria, que venía revistando en el banco de suplentes en este torneo.

A los 51, el partido se asomó a una posible incógnita sobre el resultado final, con el segundo tanto de las asiáticas: gol en contra de cabeza de la defensa central Johnston (19). Sólo dos minutos después quedó plasmado el 5-2 por una buena conversión de la volante Tobin Heath que ahogó toda posible reacción.Fue una final fuera de serie con gran exhibición de Estados Unidos ante un estadio repleto.

El día anterior, en el partido por el tercer puesto, Inglaterra había derrotadp por primera vez a Alemania tras 20 partidos jugados antes con 18 victorias alemanas y dos empates. Fue 1-0 con gol de Williams en tiempo suplementario, a los 108 minutos. Estados unidos llegó así a su tercera Copa del Mundo, habiendo ganado las restantes, dos Alemania, una Noruega, y otra Japón.

La próxima será en Francia en el año 2019.