La División Salud de la Intendencia de Montevideo (IM) dio marcha atrás en el decreto que obligaba a las empresas cuyos productos tuvieran más de 1% de componentes transgénicos a especificarlo en la etiqueta. Analice Berón, directora de Salud de la IM, aseguró que la medida se tomó para “ponernos a tono con el gobierno nacional”. “Estuvimos buscando alternativas al decreto, pero como las acciones del gobierno en este tema se reducen a cero, la única posibilidad para acompasarnos era bajar el número de medidas de uno a cero”.

La jerarca aclaró que la intención no es derogar la norma, sino discutirla en otros ámbitos, como el Congreso de Intendentes. “Por supuesto que les vamos a pedir que el asunto se analice con calma, pero esperamos una resolución rápida. El Congreso de Intendentes demoró solamente 50 años en solucionar el tema de las patentes, es un órgano muy ejecutivo. Pero repito: queremos que el asunto sea estudiado a fondo”, afirmó.

De todas maneras, la jerarca considera que consumir alimentos transgénicos “no es tan malo como la gente cree”, ya que “los posibles daños a la salud pueden compensarse”. Citó el ejemplo del plan que lanzó el intendente montevideano, Daniel Martínez, para estimular el uso de la bicicleta como medio de transporte, algo que serviría, entre otras cosas, para contrarrestar los daños a la salud que provoca el consumo de alimentos transgénicos. “Hay que ejercitarse, hay que mover el cuerpo, porque hoy en día la gente se mueve muy poco y, para colmo, come cualquier cosa. Porque hoy en día uno puede estar comiendo veneno puro sin enterarse. O sea: ¿quién sabe qué efectos pueden tener todos esos transgénicos? Es un misterio. Nos vamos a enterar recién cuando los niños que se están alimentando en base a transgénicos empiecen a morirse”, había dicho Martínez. Precisamente con respecto a este último tema el intendente opinó: “Los padres deben ser responsables y cuidar lo que le están dando a sus hijos. Tienen que leer cuidadosamente las etiquetas de los alimentos y, sobre esa base, calcular a ojo cuántos transgénicos puedan tener”.