En la fría e invernal tarde de Jardines del Hipódromo se enfrentaron Danubio y Cerro. La franja, con su eliminación de la Sudamericana entre semana a cuestas, recibía a los villeros, que habían perdido con Peñarol la semana pasada en el Centenario y necesitaban sumar como aire para respirar. Es que los de Eduardo Acevedo comenzaron la temporada bien abajo en la tabla del descenso, se salvaron en las últimas etapas del Campeonato Uruguayo anterior y no pueden dejar nada librado al azar este año. Danubio, con el profe Jorge Castelli como nuevo entrenador, arrancó con buen pie el Apertura al derrotar al copero Juventud en Las Piedras, y como se podía prever, con el buen equipo que armó en base a juveniles -como siempre- e incorporaciones de la casa -Juan Manuel Olivera, Carlitos Grosmüller y el Bolita Pablo Lima- sin dudas será protagonista en el primer torneo corto del año, que ya lidera. La cancha del escenario de la Curva de Maroñas no ayudaba mucho a jugar por su estado, pero Danubio fue superior en el primer tiempo. Un aviso de Olivera fue la primera chance clara de los locales, pero se la sacaron en la línea. El lateral cerrense Lucas Hernández se jugó la ropa y la sacó casi de adentro. La jugada previa fue del olimareño Gonzalo Barreto, que fue un infierno y la gran figura del primer tiempo: desbordó por la izquierda, remató y la pelota pegó en el palo. Le quedó muy atrás a Juan, que no la pudo empujar con fuerza. Y el delantero, como queriendo volver a ser lo que fue, metió un cabezazo tremendo para abrir el score. Golazo de Olivera, previo centro preciso de Barreto para que Danubio le pusiera un tinte de justicia al trámite dominguero. Acevedo movió el banco rápido y mandó a la cancha al cara de niño Matías Abisab. Por él salió Piñatares. Del ataque cerrense no había novedades. Por eso el 1-0 de los locatarios era el resultado que le caía cómodo al partido y le daba a Danubio la punta en la tabla de posiciones.

Si la figura del primer tiempo y uno de los futbolistas determinantes para el triunfo danubiano fue Barreto, ¿qué decir de Olivera? Tremendo delantero, que al gol del primer tiempo le agregó dos anotaciones más en el segundo para llevarse a su casa la pelota. Tres de Juan Manuel para redondear un partidún. El segundo fue un calco del primero, terrible testazo a la red, y el tercero fue el buen remate de un penal, tras una falta que le habían hecho a Gonzalo Barreto tras una gran corrida y anticipación de la pelota contra el arquero Sebastián Fuentes. Partidazo de los dos delanteros de Danubio. Quedó un ratito más para que Cerro descontara por medio de Felipe Klein y pusiera el 1-3 que decoró el marcador. Cuando iba perdiendo 1-0 el conjunto cerrense mereció el empate en un par de ocasiones, sobre todo en los primeros minutos del segundo tiempo, pero las posibilidades se diluyeron y llegó la reaparición del goleador, que sentenció el partido. Bienvenido a tu casa, Juan.