En un partido que tuvo mucho de trámite, anoche Nacional empató sin goles con Oriente Petrolero de Bolivia en el Parque Central y avanzó a la segunda fase de la Copa Sudamericana, en la que se medirá con Independiente Santa Fe de Colombia, que ayer superó la serie que disputó con Liga Deportiva Universitaria de Loja de Ecuador.

Con la llave prácticamente resuelta después del primer partido, que los tricolores ganaron la semana pasada 3-0 en Santa Cruz de la Sierra, el de anoche careció de emociones casi por completo. Nacional probó con unos cuantos cambios en la alineación que ha venido jugando en la presente temporada, por lo que el encuentro con los bolivianos puede tener algún valor para el entrenador en clave de futuro.

En el primer tiempo, bastante parejo, fue algo más profundo Nacional, aunque el dominio de las acciones estuvo repartido. Los bolivianos, sin presión después del lapidario choque de ida, jugaron sueltos y salieron a presionar arriba la salida de los tricolores, que siempre intentaron empezar jugando por abajo -siguiendo la prédica de Munúa-, aunque muchas veces no lo consiguieron. Lo más peligroso del ataque de Nacional se producía cuando la pelota le llegaba a Carlos de Pena, que jugando bien pegado contra la izquierda produjo algunas filosas incursiones. Por la derecha, también pegado a la raya, gravitó menos Leandro Barcia, aunque por ese sector llegó bastante arriba Jorge Fucile.

En el segundo tiempo De Pena y Barcia cambiaron de punta y jugaron con el perfil cambiado, variante táctica que no funcionó. Es posible que Nacional haya sentido la ausencia de Gonzalo Porras, que garantiza buena salida y distribución desde la zona de volantes. Ayer en su lugar jugó Sebastián Eguren, que comenzó su segundo ciclo con la camiseta tricolor jugando tal cual lo suele hacer, batallando mucho aunque fallando bastante con la pelota. Otro que retornó a Nacionla anoche fue el Loco Sebastián Abreu, que jugó todo el partido, aunque con poca participación. La pelota le llegó poco al veterano ariete minuano, que estuvo acompañado en la ofensiva por Sebastián Fernández, que estuvo bastante activo durante todo el partido, aunque sin poder concretar en el arco adversario.

Una llegada clara de Sebastián Fernández, una de Santiago Romero y otra del zaguero José Aja fueron las ocasiones más claras de gol tricolor en el primer tiempo. En la segunda mitad el partido fue más chato: los bolivianos prácticamente no atacaron y Nacional bajó en su rendimiento, influido por la certeza absoluta de que el paso adelante ya había sido dado.