El año que viene, y hasta 2017, Uruguay ocupará un lugar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Si bien el organismo está integrado por 17 países, el gobierno quiere que la presencia del país no pase desapercibida, sino que, por el contrario, sirva para proyectar su imagen internacional. “A nivel oficial no podemos incidir demasiado, eso está claro. Nuestro trabajo va a ser más que nada en los pasillos, promoviendo conversaciones acerca de José Mujica y Luis Suárez, que hasta ahora es la única fórmula que da resultado a la hora de proyectar la imagen internacional de Uruguay”, aseguró un funcionario de la cancillería. A diferencia de lo que ha ocurrido históricamente, los funcionarios diplomáticos tienen instrucciones de evitar que el tema de la carne bovina uruguaya esté sobre la mesa, ya que, desde que se descubrió que el consumo de este producto aumenta notoriamente el riesgo de padecer cáncer de colon, se considera “contraproducente” su asociación con la imagen del país.
A nivel oficial, uno de los temas que el gobierno pretende colocar en la agenda como prioritario es el del respeto por los derechos humanos. “El Consejo de Seguridad dedica mucho tiempo a discusiones, pero a la hora de actuar es muy pusilánime. Nosotros queremos impulsar acciones concretas. La primera seguramente va a ser promover una fuerte condena a Uruguay por sus lamentables políticas de derechos humanos, sobre todo con respecto a la situación en las cárceles y la investigación sobre delitos de lesa humanidad cometidos entre los años 60 y 80”, explicó el funcionario consultado.
Uruguay buscará también promover el principio de no intervención en asuntos internos de los países, pero sin cerrar la puerta a intervenciones “en caso de ser necesario”. “Hay gobiernos, como los uruguayos, que suelen desoír las recomendaciones que se les hace en materia de derechos humanos. En estos casos excepcionales, no hay más remedio que intervenir de alguna manera para que se cumpla con las normas internacionales”, agregó el funcionario.