Hace menos de tres semanas, en el marco de su preparación para el Mundial, los Teros perdieron 40-0 con Japón. Significó un duro baño de realidad: si un equipo número 13 en el mundo los derrotaba con esa facilidad, ¿qué cabía esperar de tres países ubicados en el top 5 que comparten su grupo en el Mundial?

Sin embargo, el día previo al partido debut se prendió una luz de esperanza: Japón derrotó a Sudáfrica por primera vez en su historia. ¿Eso dejaba mejor parado a Uruguay? Conscientes o no, algo se prendió en el equipo celeste, que ayer salió a comerse la cancha en el Millennium Stadium de Cardiff en su estreno en el Mundial, contra los galeses locales. La entrega, concentración y ejecución de la estrategia de los Teros fueron impecables.

Uruguay empezó presionando bien arriba cuando pudo y barriendo la cancha para evitar la diferencia numérica. El compromiso con el tackle fue conmovedor; jugadores como Rodrigo Silva, Juan Manuel Gaminara y Felipe Berchesi expusieron su cuerpo en todas las situaciones de contacto. Uruguay sorprendió porque en el uno a uno, esa gran prueba física y mental, emparejó el partido. Solamente mediante el juego agrupado, con el maul y el scrum, Gales pudo sacar diferencias, aunque siempre le costó más de lo que se podía pensar en la previa. Al minuto 41, Gales vencía a Uruguay 21-9, pero en el descuento del primer tiempo llegó a la cuarta conquista y se fue al descanso 28-9. El desempeño de Uruguay en esa primera mitad del encuentro fue impresionante y sorprendió hasta al más creyente de sus seguidores. Más que nada esto se debió a lo demostrado en defensa, aunque también se animó a atacar y pudo generar las tres infracciones que Berchesi convirtió en 9 puntos.

El sendero de los Teros

La selección uruguaya volverá a jugar en el Mundial el domingo, día en el que enfrentará a Australia en Birmingham a las 8.00 (hora uruguaya). Posteriormente, los Teros se medirán con Fiyi el martes 6 de octubre a las 16.00 en la localidad de Milton Keynes, y cerrarán su actuación en el Mundial el sábado 10 enfrentando a Inglaterra en la ciudad de Manchester.

El segundo tiempo fue casi idéntico: Uruguay estuvo muy fuerte en el uno a uno, pero Gales aumentó diferencias con la receta combinada de line y maul. La obtención de los celestes comenzó a mermar, el scrum fue un dolor de cabeza y casi no tuvo lines a favor. Los galeses sólo pudieron marcar un try en los primeros 18 minutos, todo un logro para los Teros. A medida que avanzaban los minutos, el cansancio aumentó y aparecieron los espacios, que fueron muy bien explotados por el medio scrum galés. Como en el primer tiempo, al cierre llegó el octavo try de Gales, que dejó el partido 54-9, resultado final del encuentro.

Insisto: pocos habrán imaginado un partido de Uruguay a este nivel. Un dato nada menor es que cuatro jugadores galeses debieron abandonar el campo de juego por lesión, algo que no le sucedió a ningún uruguayo. Eso habla de la preparación de los Teros y del rigor físico que aplicaron a sus rivales.

Fue enorme el partido de Uruguay. Los jugadores dejaron todo en la cancha, prodigando sacrificio, entrega y disciplina. Gales ganó porque es mejor equipo y el profesionalismo se nota, pero los jugadores celestes seguramente durmieron tranquilos anoche, satisfechos y felices por el deber cumplido.