Fueron cerradas las tratativas -no sin vaivenes, no sin idas y vueltas- que llevarán a Ariel Longo a dirigir la selección uruguaya sub 20 que deberá afrontar el Campeonato Sudamericano de la categoría, que se disputará a partir del 26 de noviembre en la localidad brasileña de Santos, en el estado de San Pablo, Brasil. Este campeonato clasificará a dos selecciones al Mundial que se jugará el año que viene en Papúa Nueva Guinea.

Longo es el presidente de la Asociación Uruguaya de Entrenadores de Fútbol y columnista habitual del sitio tenfieldigital.com. El veterano entrenador no es un habitué de las canchas donde se juega fútbol de mujeres, pero sustenta su nueva responsabilidad en la vasta experiencia que ha tenido dirigiendo equipos masculinos tanto en Uruguay como en el exterior. Este nuevo desafío fue buscado por Longo desde el año pasado, cuando presentó su candidatura en forma de currículum ante el Consejo de Fútbol Femenino de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), durante la temporada 2014.

Algunas semanas atrás se había comunicado mediante el Consejo de Fútbol Femenino que las próximas personas que dirigirían las selecciones juveniles serían las entrenadoras Graciela Rebollo en la categoría sub 17 y Fabiana Manzolillo en la sub 20. Por esa razón, la diaria lo comunicó a sus lectores en la edición del 19 de agosto. Manzolillo incluso llegó a presentar su plan de trabajo y un listado preliminar de jugadoras convocadas. Sin embargo, poco después le fue comunicado que no sería contratada por medio de una llamada telefónica que recibió desde la AUF.

Se ha sabido, ahora, que tras la conformación del nuevo cuerpo técnico, los entrenamientos comenzarían alrededor del 15 de este mes, luego que se firmen los contratos respectivos en las oficinas de la AUF. Lamentablemente, el nuevo equipo de trabajo, en el que en principio estarán, además de Longo, Graciela Rebollo, el profesor Germán Orozco y José Luis Niño Sosa, tendrá escaso margen para presentar un equipo consolidado a fines de noviembre, más aun teniendo en cuenta que no ha habido un proceso previo de detección y seguimiento de jugadoras ni en los torneos de AUF ni en los realizados por la Organización del Fútbol del Interior.