Las autoridades del fútbol uruguayo habían vendido los derechos para televisar en el exterior los partidos de la selección uruguaya a la empresa Full Play, pero ésta no puede hacer los pagos correspondientes porque sus fondos fueron congelados por la Justicia uruguaya. Hugo y Mariano Jinkins, los propietarios de Full Play, están siendo investigados por su participación en el escándalo de corrupción de la FIFA. “Nos equivocamos. Estábamos acostumbrado a negociar con Tenfield y los canales privados, que manejan negocios turbios pero a escala local. Si tienen líos se arreglan con los gobiernos de turno. Pero esta gente [los hermanos Jinkins] opera a nivel global. ¿A quién se le hubiera ocurrido que el FBI estadounidense se iba a meter en esto? Hasta ahora sólo nos preocupábamos por la Dirección General Impositiva, que encima ni pincha ni corta, porque el gobierno termina arreglando las cosas por abajo de la mesa con los empresarios amigos”, declaró un neutral de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).

Los clubes que integran la AUF reclamaron a los neutrales que en el futuro los derechos sean negociados “con delincuentes que no se dejen atrapar”. “Sabemos que en el mundo del fútbol es imposible no terminar metido con delincuentes. Pero aun entre los delincuentes existen categorías. Concretamente hay dos: los vivos que siempre zafan y los giles que se dejan atrapar. A estos últimos es a los que hay que escapar”, aseguró el presidente de un club de la Primera División.

Si la AUF no consigue la autorización para renegociar los derechos de televisación podría caer en cesación de pagos. “No creemos que se llegue a este extremo. Lo peor que puede pasar es que tengamos que recurrir a Tenfield para cubrir el presupuesto y a cambio de eso les cedamos los derechos del fútbol uruguayo de acá a 2080. Eso sí, los derechos del Mundial de Uruguay 2030 no formarían parte del paquete. Creo”, aseguró el neutral consultado.