La semana pasada el gobierno recibió críticas por haber incluido en la Ley de Presupuesto Quinquenal un artículo que habilita una suba del tope salarial para los asesores de los ministros, con el objetivo de que no se vayan al sector privado. “Estamos en momentos de incertidumbre y los uruguayos están preocupados por su estabilidad económica. Los riesgos de que los técnicos abandonen la tranquilidad de percibir una remuneración fija por parte del gobierno para arriesgarse yéndose a trabajar a una multinacional que de un día para otro puede declararse en quiebra e irse del país son muy grandes”, explicó una fuente del Poder Ejecutivo.

Este ejemplo fue citado por varios funcionarios de Presidencia de la República para explicar la importancia de la estrategia de la Cultura del Trabajo para el Desarrollo, presentada ayer por el Poder Ejecutivo. “Los 37 asesores que contratamos para elaborar este plan, mediante el cual queremos generar cambios culturales para que la gente trabaje con más seriedad y entusiasmo, pero por los mismos sueldos miserables, hicieron una excelente labor. No podemos permitir que esa gente se vaya al sector privado”.

El vicepresidente de la República, Raúl Sendic, afirmó que es importante “dar una batalla enorme por esta cultura del trabajo, en contra de la cultura de la holgazanería”. También destacó que “hay que acabar con la viveza criolla de los que quieren ganar sueldos mayores de 10.000 pesos”. Para el vicepresidente, “hay gente muy inculta a la que no le alcanza con saber que con su esfuerzo, sacrificio y compromiso están ayudando al desarrollo del país. Ellos quieren plata, y así el país no avanza”.

Algunos jerarcas del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social reconocieron que el concepto de “cultura del trabajo” les resulta “un poco vago e incomprensible”, aunque de todas maneras apoyan la estrategia del gobierno, ya que “sabemos que en todo lo relacionado con la cultura no se gasta plata, mientras que para los aumentos salariales hay que ponerse”.