El Ministerio del Interior difundió ayer cifras sobre el número de procesados por delitos y faltas entre enero y noviembre de 2015. El titular de la cartera, Eduardo Bonomi, reconoció que si bien “nunca es completamente bueno” que se encarcele a una cantidad cada vez mayor de personas, este incremento tampoco es completamente malo. “El aumento del número de procesados tiene un costado positivo, pero todavía no pudimos determinar cuál es”, declaró.
El jerarca explicó que la cartera está trabajando “en varias hipótesis”, pero todas presentan “complejidades”. “El aumento podría indicar un crecimiento de la eficacia de la Policía, pero también se producen más rapiñas, por lo que la represión estaría mejorando pero la prevención empeoraría. Con algunos sectores de la izquierda respirándonos en la nuca para que mantengamos los principios del Frente Amplio es complicado celebrar esto”, explicó.
Otra interpretación posible es que con la implementación de la ley de faltas, hoy en día pueden terminar en un procesamiento muchas acciones que antes no ameritaban un pasaje a juez. “Tenemos una sociedad más ordenada, pero lo logramos mediante la adopción del modelo musulmán, que permite condenar conductas que no son criminales y hacerlo sin demasiadas garantías. En el mundo de hoy ese tipo de cosas no son bien vistas”, reconoció el ministro.
Con respecto a la teoría de una mayor eficacia del Poder Judicial, Bonomi explicó que sería “una comprobación de que la demora en la implementación de las fiscalías es una catástrofe, porque el actual sistema está saturado”. Pero elministro confía en que tarde o temprano se encontrará el “lado positivo” de la estadística de procesados, ya que “en los últimos años hemos desarrollado una notable capacidad para exprimir un dato hasta hacerlo no tan malo, como cuando decimos que el aumento de homicidios no es tan grave porque gran parte de ellos son producto de ajustes de cuentas entre narcos”.