Ayer de noche se jugó un nuevo clásico de verano en el estadio Centenario ante 30.000 personas, en este caso por la Copa Antel. El triunfo fue para Nacional 3-1, con goles de Sebastián Fernández, Santiago Romero y Nicolás Diente López.

Peñarol salió a la cancha con Guruceaga en el arco; Aguirregaray, Guille Rodríguez, Mac Eachen y Gianni en la línea de cuatro; Rodrigo Viega, Nandez, Aguiar y Albarracín fueron los cuatro volantes; mientras que en el ataque se produjo la vuelta de Forlán, que acompañó a Ifrán. Nacional jugó con Conde; Fucile, Cabaco, Polenta y Espino; Romero y Porras; Nacho González; Barcia, Seba Fernández y Ramírez.

A pesar de la pretemporada y todos los peros que se pueda encontrar, el partido fue entretenido y dinámico. La tónica de los primeros minutos tuvo dos posturas claras: Peñarol, vertical y explosivo; Nacional, salida desde el fondo con toques cortos. La más clara en los minutos iniciales la tuvo Kevin Ramírez, el riverense de los tricolores, que con un zapatazo potente sorprendió a Gastón Guruceaga al medio, pero el pelado, con gran reflejo y movimiento de manos, la pudo sacar hacia al medio.

Acerca de Guruceaga es de orden subrayar la atajada del partido -que además fue doble-, a quemarropa, tras otro disparo de Ramírez, que fue corolario de un contraataque de los albos que bien podría haber sido el primer gol de la noche. Impresionante el artiguense debajo de los tres palos.

A esa altura merecía mucho más Nacional, que llegó a la apertura del score por intermedio de Sebastián Fernández -cuándo no-, que pateó un tiro libre perfecto y rastrero, que pasó por abajo de la barrera y se metió en el ángulo inferior derecho del golero aurinegro. Ese tiro libre fue posterior a una tonta falta de Guillermo Rodríguez al borde del área.

Cuando Peñarol no tenía nada para mostrar en la cancha y había hecho muy poco, se encontró con un empate que fue un bálsamo que le permitía irse al descanso con otra cabeza. Notable apilada de Rodrigo Viega -de dos grandes clásicos- y exquisita habilitación de Aguiar para Albarracín, que desbordó por la derecha y levantó el centro al medio del área, donde estaba Forlán pero también algunos defensas de Nacional. Finalmente fue Jorge Fucile quien se llevó puesta la pelota y marcó el empate.

Otra vez sopa

El segundo tiempo amaneció con la expulsión de Emilio Mac Eachen en Peñarol y la decisión de Bengoechea de sacar de la cancha al mejor aurinegro: Viega fue reemplazado por Carlos Valdez. La supremacía en el juego colectivo tricolor era la continuación de lo que fue el primer tiempo y se acentuó: Peñarol, con diez hombres, se replegó mucho y le dejó pelota y campo a Nacional. Los bolsos le sacaron jugo a esa realidad: Santiago Romero -otra vez- tomó la pelota, la paró, pensó y sacó un derechazo letal para clavar otro golazo clásico que le daba a Nacional la tranquilidad de ganar y que luego fue decorado con otra linda anotación del Diente en su vuelta al club.

A primera hora se jugó el partido entre Palmeiras, de Brasil, y Libertad, de Paraguay, con Rodrigo Popi Muñoz en el arco. Fue victoria de los brasileños del verdão 2-0, con goles del argentino Agustín Allione y Moisés, ambos en los últimos diez minutos del encuentro. El veterano Zé Roberto jugó un partidazo en el equipo de San Pablo, que enfrentará a Nacional el sábado a las 22.15. A las 20.00 jugarán Peñarol y Libertad por el tercer y cuarto puesto.