Peñarol concretó su primera incorporación para la próxima temporada, luego de que ayer arreglara con Danubio la compra de parte del pase del lateral zurdo Lucas Olaza. El jugador de 22 años, surgido en River Plate, fue pedido expresamente por el nuevo director técnico aurinegro, Leonardo Ramos, quien lo dirigió en el pasado torneo en el equipo franjeado. Olaza no pudo jugar la última parte del campeonato por una lesión en el peroné, pero ya está recuperado y se estima que comenzará trabajando a la par de sus nuevos compañeros la semana que viene, en el arranque de la pretemporada.

Paralelamente, la dirigencia mirasol sigue trabajando en procura de nuevas altas; dos zagueros aparecen como opciones firmes para convertirse en las dos próximas contrataciones. Uno de ellos es el zaguero argentino Carlos Matheu, que en el último torneo jugó en Banfield.

Matheu tiene 31 años y en su extensa carrera se destacan su paso por Independiente de Avellaneda y por el fútbol italiano, donde jugó en Atalanta, Cagliari y Siena. El acuerdo con el jugador es inminente y la operación se podría concretar en las próximas horas. En el caso del zaguero Ramón Cachila Arias las gestiones también están adelantadas, ya que el ex futbolista de Defensor Sporting no seguirá jugando en Liga Deportiva Universitaria de Quito, lo que acercaría su retorno al medio local.

Mientras continúan las negociaciones con el Cebolla Cristian Rodríguez, otro volante zurdo aparece en el horizonte aurinegro: se trata de Matías Mier, que es jugador libre y desde hace algunos meses está entrenando con el tercera división de Peñarol.

Por otra parte, ayer se cerró la salida del club del volante Nicolás Albarracín, que seguirá su carrera en Deportivo Cali de Colombia. Ramos comunicó que no iba a contar con el jugador surgido en Wanderers, por lo que el futbolista fue cedido por un año al equipo verde caleño. Otro volante que podría seguir jugando en el exterior es Ángel Rodríguez, por cuyo pase un club de Emiratos Árabes Unidos habría ofrecido una importante cifra.

Uno de la casa

Nacional sabe que es altamente probable que para la próxima temporada no cuente con el zaguero Diego Polenta, cuya salida al exterior se entiende que es inminente, y por ello la dirigencia que encabeza José Luis Rodríguez está procurando la incorporación de un jugador para que lo reemplace. Para tratar ese asunto, ayer el presidente tricolor se reunió con Gerardo Arias, quien es el representante de Alexis Rolín, jugador que actualmente tiene contrato vigente con Olimpia de Paraguay, aunque con una cláusula de salida al exterior. La negociación está bien encaminada, por lo que es factible que el zaguero, de 27 años -que además tuvo un breve pasaje por Boca Juniors, de Argentina-, vuelva a su club de origen. El pase de Rolín pertenece a Nacional, luego de que Catania, de Italia -club que había adquirido su ficha en 2012-, accediera a devolvérsela a los tricolores debido a que su situación económica no le permitió afrontar el desembolso de dinero que en principio había asumido.

Otro jugador que se estima que puede salir del club es Kevin Ramírez; de hecho, por estas horas los tricolores estudian una oferta concreta que realizó Cruz Azul de México. Nacional es dueño de 20% del pase del zurdo nacido en Rivera, mientras que el restante 80% es propiedad de Wanderers, primer club montevideano en el que jugó.

El director técnico Martín Lasarte manifestó en más de una ocasión que pretende sumar al plantel un delantero. Ese jugador podría ser el Toro Gabriel Fernández, jugador del Racing Club de Montevideo, uno de los goleadores del último Campeonato Uruguayo junto a Pablo Silva, de Villa Española. Los cerveceros hicieron una alta tasación del pase del jugador, pero los tricolores ya se mostraron interesados y en los próximos días podría haber novedades concretas.

¿Juega de local?

El plantel de Cerro comenzó hace pocos días su preparación para la próxima temporada, en la que los albicelestes tendrán el gran desafío de participar en la Copa Libertadores de América. Con la contratación del director técnico colombiano Diego Alonso Barragán ya definida, el club ahora apunta a reacondicionar la red lumínica del estadio Luis Tróccoli para poder jugar allí su primer partido en la Copa Libertadores, el 31 de enero con Unión Española, de Chile, por la segunda fase del torneo continental.

La inversión que deberá hacer la institución para ello es alta, pero los cerrenses están decididos a dar el paso. De todas maneras, para poder efectivamente ser locales en el Tróccoli, el escenario deberá superar antes una inspección por parte de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Recordamos que en su primera participación en la Copa Libertadores, en 1995, Cerro inauguró en el Tróccoli su ahora vetusta red lumínica, y allí enfrentó a Peñarol y a los equipos argentinos de River Plate e Independiente de Avellaneda.