--¿Cómo fue llegar a la semifinal de la Libertadores con Central en 2001?

-En lo personal, es el recuerdo más lindo que tengo en lo deportivo. Aquel partido en Cali, que íbamos perdiendo, lo dimos vuelta y pasamos a la semifinal. Cuando llegamos a Rosario, después de ese partido, y estaba toda la gente en el aeropuerto, fue increíble también.

-¿Qué significa jugar una Copa Libertadores con Rosario Central?

-Central te llena la cancha en cualquier partido; imaginate cuando jugás una Libertadores. Me acuerdo de que en el partido contra Cruz Azul -semifinal- llegar desde la ciudad deportiva -donde concentrábamos- hasta la cancha nos llevó el triple de tiempo; había gente en todas las esquinas saludando, apoyando al equipo. La virtud que tiene Central es la energía de su gente. Jugar ahí es hermoso hasta siendo rival.

-¿Qué destacás del equipo de Chacho Coudet?

-Es claro que el Chacho hace jugar a su equipo como es él, y como es él es el hincha de Central: intenso, alegre, muy pasional. Entonces, seguramente algún partido pueda llegar a jugar mal, obviamente, pero la intensidad, la pasión, esa locura que tiene él, siempre aparece. El equipo es un fiel reflejo de lo que es él. Si hay que graficar a un hincha de Central, es justamente con el entrenador. El hincha de Central es como el Chacho.